Ciudad de México.- Desde hace algunas semanas, la opinión pública se ha conmocionado con los casos relacionados a las jóvenes Martha Aurora y Rosa Icela, quienes fueron halladas sin vida luego de reportarse su desaparición; en el caso de ambas mujeres, el común es que tenían un avanzado embarazo, algo por lo que además se reporto, los bebés habían sido arrancados de su vientre por presuntos criminales.
En el caso de la joven Martha de 19 años de edad, fue reportada como desaparecida el pasado 26 de noviembre del año en curso y sus restos fueron encontrados el pasado 6 de diciembre en una bodega abandonada en el municipio de Escobedo, en Nuevo León, junto con una amiga quien fue identificada como Claudia Lizbeth. Aunque la finada tenía ocho meses de embarazo, la Fiscalía General de Justicia del Estado lanzó un comunicado en donde remarcó que el bebé de la mujer no había sido extraído de su vientre como sí ocurrió con la Rosa Icela.
A pesar de lo anterior, se ha revelado cuál es el modus operandi de los presuntos criminales quienes, en el intento de vender a los bebés a elevados precios en el mercado negro, cometen otro crimen, en este caso homicidio de las futuras madres. Con el objetivo de evitar la repetición de los hechos se reveló cómo es que enganchan a las mujeres a quienes desafortunadamente, proveen de la libertad.
De acuerdo con lo expuesto por las autoridades encargadas de investigar los casos similares cometidos en diversas entidades de la República, la manera más común es contactar a las mujeres con un estado de embarazo avanzado a través de las redes sociales, principalmente Facebook donde les ofrecen ropa y artículos que les servirán para el cuidado del bebé. Una vez que se crea un vínculo de confianza, son citadas en algún punto para después, ser secuestradas y posterior a ello, llevadas a un sitio donde finalmente son asesinadas.
Además de esta manera de engañarlas, en los hospitales se ha mostrado como un movimiento común que los criminales se hagan pasar por trabajadores sociales. Al ver a la futura madre, les ofrecen ser parte de algún programa social donde reciban apoyos económicos. A base de engaños, son llevadas lejos del nosocomio al que acuden con algún fin de revisión y posterior, son privadas de la libertad. Esto le sucedió a la joven Jenny Judith de 23 años quien en 2018 fue asesinada.
Fuente: Tribuna