Ciudad de México.- La crisis de inseguridad que vive la zona centro del país, en especial la Ciudad de México no se detiene, pues los asaltos a transeúntes, en transporte público o el robo de vehículos aumentan. Ahora, al parecer tampoco los centros religiosos se salvan, se podría pensar que no pasaría nada en estos inmuebles, pues la religión principal en México es la católica. Sin embargo, esto no importó, ya que siete parroquias ubicadas en la CDMX fueron asaltadas en fechas recientes.
En ese sentido, la Arquidiócesis Primada de México informó que en fechas recientes, siete de sus parroquias ubicadas en la Ciudad de México sufrieron asaltos con violencia, una de ellas en dos ocasiones, por lo que pidió a las autoridades capitalinas justicia, además de reforzar la seguridad de las zonas en donde se ubican estos centros religiosos. Mediante un comunicado afirmó que "No ha habido daño en la integridad física de los sacerdotes y laicos de las comunidades, pero sí ha habido un detrimento patrimonial y la angustia de sufrir un asalto con amenazas".
En cuanto a las parroquias que fueron el objetivo de la delincuencia, la Arquidiócesis dio detalles sobre la ubicación y mencionó que fueron la de San Lorenzo Diácono y Mártir, en Huipulco; Santa María de los Apóstoles; Santos de América; Santo Cristo del Pedregal; Santos Reyes y el Señor de la Misericordia; la Parroquia de la Purificación de Nuestra Señora de la Candelaria en dos ocasiones, y hace unas semanas la Capilla del Niño Jesús, que corresponde a la parroquia de San Juan Bautista.
Además, hizo hincapié en la cercanía de las parroquias asaltadas, pues además de que están en la misma zona geográfica, todos los robos sucedieron en los últimos días, por lo que podría haber un patrón. También se afirmó que en todos los casos se hicieron las denuncias correspondientes y se avisó a las autoridades, con las cuales, se estableció un contacto estrecho para agilizar las investigaciones.
La Arquidiócesis pidió a las autoridades atender la situación de inseguridad que se vive el país, al señalar que no solo ellos la han padecido, pues también miles de mexicanos. En ese sentido, afirmó que confía en que con un diálogo abierto se encontrará el camino para darle al país la paz y seguridad necesarias. Aunque sentencio que es "urgente detener esta espiral de violencia". Finalmente, agradeció el apoyo y la solidaridad de las personas que han estado al pendiente de la comunidad religiosa.
Fuente: Tribuna