Nogales, Sonora.- Luego de ser sometido a un juicio por su responsabilidad en la muerte de una migrante, un joven traficante de personas, de 20 años, reconoció que fue reclutado por una organización criminal a través de la red social Snapchat, en Arizona. Matthew Dylan, originario de Tempe, y Jesús, de 19 años y de origen mexicano, se declararon culpables de conspiración y transporte de indocumentados con fines de lucro, que derivaron en un fallecimiento.
La sentencia para los dos acusados está programada para el 1 de noviembre de 2022, ante Jennifer G. Zipps, jueza de Distrito. En mayo de 2021, Jesús llevaba a tres migrantes ilegales a los Estados Unidos, guiándolos a través del desierto del sur de Arizona a pie, hasta un lugar cerca de Quijotoa. El 22 de mayo de 2021, Matthew Dylan transportó a su cómplice y a los tres indocumentados en un vehículo, con el objetivo de internarlos más en el país.
Mientras conducía, pasó junto a un oficial de policía de Tohono O'odham, que consideró que iba a exceso de velocidad. El agente trató de detener el vehículo de Matthew Dylan, pero no tuvo éxito pues este manejaba a más de 100 millas por hora, por lo que perdió el control del vehículo y dio vueltas varias veces, expulsando a los cuatro pasajeros; una de las personas, una mujer mexicana de 36 años, fue declarada muerta en el lugar, y los demás, entre ellos el esposo de la víctima, resultaron lesionados.
Tras su arresto, admitió que fue reclutado por medio de Snapchat, por una organización de contrabando que iba a pagarle mil dólares para transportar a los indocumentados a Phoenix. Matthew Dylan se declaró culpable de la acusación, sin un acuerdo, enfrentándose a cadena perpetua y una multa de hasta 250 mil dólares, mientras que Jesús se declaró culpable, con acuerdo, y enfrenta 36 a 57 meses de prisión.
En un caso reciente de tráfico de migrantes ilegales en la frontera entre Sonora y Arizona, un grupo de 51 personas, en su mayoría originarios de Guatemala, fueron puestos bajo custodia por elementos del sector Tucson, cerca del Sasabe en el estado fronterizo. Únicamente había una persona adulta en todo el grupo y el menor de todos era un bebé de apenas 11 meses de edad, quedando todos a disposición de las autoridades.
Fuente: Tribuna