Ciudad de México.- Este jueves 22 de septiembre, luego de que se informara que una jueza federal otorgó una suspensión provisional al extitular de la ya extinta Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, señalado de crear la 'verdad histórica' sobre la desaparición y muerte de los 43 normalistas de Ayotzinapa, trascendió que dictaron auto de formal prisión a José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, por el mismo caso.
De acuerdo con los primeros informes, el Juez Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México (Edomex), Enrique Beltrán Santes determinó que tanto el expresidente municipal como su cónyuge deberán enfrentar un proceso por el delito de delincuencia organizada en su modalidad de delitos contra la salud, luego de que ambos fueran señalados por tener vínculos con el grupo delincuencial Guerreros Unidos.
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Cabe recordar que esta acusación se basa en un testimonio que detalla, presuntamente, que el matrimonio otorgó protección a esta organización delictiva, la cual estaría involucrada en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida en septiembre de 2014, durante la Administración de Enrique Peña Nieto (EPN). Este nuevo proceso se da luego de que la semana pasada José Luis Abarca fuera absuelto por el juez federal juez Samuel Ventura por la desaparición de los 43 estudiantes.
La sobre este caso se ha retomado fuerza luego de que este año Comisión de la Verdad, creada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presentara un informe que concluye que la desaparición y asesinato de los estudiantes normalistas de Iguala, de quienes no hay indicios de vida, fue "un crimen de Estado". De igual forma, este documento reveló que Fuerzas Armadas participaron en esta tragedia.
La Comisión de la Verdad rechazó la 'verdad histórica', versión que presentó el gobierno de Peña Nieto que afirmaba que policías corruptos detuvieron a los estudiantes y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, quienes los mataron y calcinaron en un basurero en Guerrero.
Fuente: Tribuna