Ciudad de México.- La capital del país presume ser una de las ciudades más seguras en México. Sin embargo, las cifras dicen otra cosa, tal es el caso de la alcaldía Tláhuac, pues, se registró un incremento en la incidencia delictiva durante agosto. En este mes se registraron 648 delitos, 29 más que en julio pasado, esto de acuerdo con los reportes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX).
En los ocho primeros meses de 2022 se acumularon cinco mil 290 carpetas, 726 más que de enero a mayo de 2021, con cuatro mil 564 denuncias. Las autoridades de la CDMX y de Tláhuac carecen de una estrategia para abatir la delincuencia. Los delitos contra la libertad y seguridad sexual, que se refieren a la violación, el abuso sexual, acoso sexual, en agosto de 2022 se reportaron 25 denuncias, 16 menos que en julio de 2022 con 41 carpetas, siete menos que en agosto de 2021, con 32 casos. De enero a agosto de 2022, acumularon 314 denuncias por delitos contra la seguridad sexual, 91 más en el mismo periodo de 2021, con 223 casos.
En los delitos contra la vida y la integridad corporal que incluye los homicidios dolosos y culposos, las lesiones dolosas y culposas, feminicidios, los abortos, las tentativas de homicidio, en agosto de 2022 se reportaron 62 casos, 23 más que en julio de 2022 con 39 denuncias, 41 más que en agosto de 2021, con 21 carpetas. De enero a agosto de 2022 se acumularon 353 denuncias por delitos por la vida y la integridad, 108 más en el mismo periodo de 2021, con 245 casos.
En agosto de 2022, las violaciones, registraron seis casos, seis menos que en julio de 2022, con 12 denuncias, tres menos que en agosto de 2021, con nueve casos, y con un acumulado de 94 casos en de enero a agosto de 2022, 26 más que en los mismos meses de 2021, con 68 carpetas.
De acuerdo con las llamadas de auxilio de la Red Nacional de Refugios (RNR) de enero a agosto de 2022, estas fueron realizadas directamente por la mujer víctima de violencias en el 29 por ciento de los casos, mientras que el 20 por ciento de los casos se trató de mensajes y llamadas de la red de apoyo, al no poderse comunicar la propia víctima por miedo y control del agresor. Y todo ello, sin dejar de mencionar la falta de credibilidad y confianza que tienen las mujeres en las autoridades.
Fuente: Tribuna