Cuautitlán Izcalli, Estado de México.- La mañana del sábado 24 de diciembre, las autoridades del Estado de México confirmaron que un vendedor de tamales había sido atropellado y asesinado por un conductor que manejaba bajo los efectos del alcohol, sujeto que se identificó como Ken Omar de 32 años de edad, mismo que fue aprehendido momentos después aunque pese a ello, dos días después recuperó su libertad para ser reaprehendido luego de la presión ejercida por la sociedad y sobre todo, la familia del hoy occiso.
Jorge Claudio, como se identificó al hijo del comerciante que murió en la víspera de Navidad, denunció que la familia del sujeto acusado de homiicdio, le había ofrecido 250 mil pesos como reparación del daño, por lo que tras estas declaraciones, Valeria Ávila, quein se dijo esposa del detenido, difundió un video a través de las redes sociales donde remarcó que ellos también se dedican al comercio y, dado que no cuentan con recursos, no sobornaron a la familia del difunto.
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"Queremos extender una disculpa enorme a la familia de Jorge Claudio Mendoza, les queremos decir que lo sentimos mucho", dice la mujer quien visiblemente afectada, rompió el silencio por los hechos.
El video que se publicó a través de la red social Facebook, ha sido replicado en otras plataformas sociales en el marco en que Ken Omar N fue vinculado a proceso por el delito de homicidio doloso, al tiempo que la familia del vendedor de tálales argumentaba que una mujer que se dijo allegada al detenido, había expresado en las inmediaciones de la Fiscalía del Estado de México que "cuánto podría valer la vida de un tamalero, ¿250 mil pesos?", lo que orilló a la mujer a aclarar la situación.
"Mi esposo cometió un grave error, pero es una buena persona, no sale todos los días con la mentalidad de atropellar una persona. Y sí, perdió el control de vehículo, cometió el peor error de su vida", dijo la mujer.
La esposa del imputado además remarcó que ambos tienen una hija en común y, aunque pediera el control del vehículo aquel día, dejó claro que no es un asesino, pues ellos solo buscan darle el mejor ejemplo a la menor aunque en esta ocasión no fuera le caso. "Día a día tratamos de ser mejores personas (…) somos una familia normal, nadie nos ha regalado nada. En palabras de la gente, mi esposo es un asesino pero no es así", defendió la fémina.
A modo de remate, la esposa del acusado remarcó que pese a lo que se haya dicho, ellos no penaron en escapar pues reafirmó "no somos ese tipo de personas". Sin embargo, pese a tal aclaración, la mujer denunció que al momento en que Ken Omar fue reaprehendido, dos menores de edad, entre ellas su hija, fueron encañonadas por las autoridades. Hasta ahora, no ha habido una postura al respecto pues las investigaciones siguen mientras la familia clama justicia.
Fuente: Tribuna