San Luis Potosí. - En la capital potosina, un alarmante caso de envenenamiento de perros ha sido reportado, generando consternación en la comunidad. El alcalde Enrique Galindo Ceballos informó a través de sus redes sociales que el incidente tuvo lugar en la comunidad El Portezuelo.
Siete perros, víctimas del envenenamiento, fueron trasladados a las instalaciones de la Facultad de Agronomía, que colabora en estos casos, para llevar a cabo la autopsia correspondiente. El objetivo es determinar el tipo de veneno ingerido por los animales. Los resultados serán presentados a la Fiscalía General del Estado, iniciando así las investigaciones para identificar y procesar a los responsables de este cruel acto.
El alcalde Galindo condenó enérgicamente este tipo de acciones inhumanas y afirmó que la administración municipal colaborará para evitar la persistencia de tales situaciones y asegurarse de que se haga justicia. Lamentablemente, este no es el primer episodio de envenenamiento de perros en la localidad. En diciembre de 2022, los residentes denunciaron otro caso cerca del jardín de la zona, y en febrero de este año, "Macario", un perro conocido en la comunidad, perdió la vida por envenenamiento.
El Código Penal de San Luis Potosí, en su artículo 37, establece sanciones para casos de maltrato animal. En el caso de que el maltrato cause la muerte, se impone una pena de uno a dos años de prisión, una sanción pecuniaria de doscientos a cuatrocientos días del valor de la unidad de medida y actualización vigente. Además, se contempla la inhabilitación hasta por tres años para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio, especialmente cuando el infractor se dedique al cuidado de animales.
Otro caso de maltrato animal ocurrió en Mérida, Yucatán, en la comunidad de la colonia San Antonio Xluch, ubicada al sur de Mérida. En esta ocasión, la víctima fue un indefenso cachorro de pitbull de tan solo cuatro meses de edad, al que le dieron el nombre de "Orus". El ataque tuvo lugar prácticamente a las puertas de su propio hogar, lo que ha generado indignación y preocupación entre los residentes.
La dueña del cachorro, Samanta Panti Asueta, se mostró consternada por este acto de crueldad. Ella afirmó que ni ella ni sus animales habían experimentado hostilidad ni habían recibido amenazas de sus vecinos. El motivo detrás de este ataque sigue siendo un misterio, ya que no hay indicios claros sobre la identidad del agresor.
Fuente: Tribuna