Ciudad Obregón, Sonora.- La balacera que se desató ayer sábado por la mañana en una de las zonas de mayor tráfico de Ciudad Obregón desveló que el crimen sigue sin mediar razones y que no hay paz ni para el municipio de Cajeme, ni para sus habitantes, que nuevamente atestiguaron hechos de alto impacto.
Aunque no se oficializó ni por parte de la autoridades estatales ni municipales, las versiones más sólidas apuntan a que uno de los tres muertos tras la refriega era un policía municipal que, vestido como civil, acompañaba a los otros caídos y participó en la balacera contra fuerzas de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC). El hecho no solo confirma que el crimen no descansa, ni anda con florituras a la hora de ejercer violencia, sino que el descontrol es tan grande que las cifras desnudan la realidad y los análisis oficiales.
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Números críticos
De acuerdo con el recuento periodístico, en nueve días de diciembre, 21 personas han sido asesinadas, lo que hace que el último mes del año pinte fatal y ayude a engrosar unos datos espeluznantes. Estos 21 equivale a que cada diez horas una persona es asesinada, además de abonar a que Cajeme ya tenga 516 ejecuciones durante 2023, un promedio de 1.5 al día.
Tales números permiten ver cómo la apuesta del crimen de violentar a la ciudad sigue sin pausa, aunque las autoridades presuman ciertos resultados, borrosos a la hora de analizar los datos concretos. Del primero de enero de 2019 a ayer, Cajeme suma ya 2131 asesinatos, es decir, en un lustro se rebasaron los dos mil homicidios dolosos, un promedio de 1.48 al día, prácticamente como el de este 2023, demostrando que la crisis no se modifica. Hay que remontarse hasta 2018 para encontrar un año (287) con menos de trescientos ejecutados.
Policía en crisis
Ha sido un año complicado para la Policía Municipal, primer respondiente en materia de seguridad pública. En marzo fue asesinado el comandante operativo Jesús Navarro, un crimen de alto impacto que sigue impune. Poco después, en mayo, Víctor Hugo Valdés Picos, otro comandante, también fue acribillado. En julio fue noticia nacional el levantón de tres hermanos policías; luego de viralizarse un video donde uno de ellos admite su participación en varios hechos violentos, aparecieron muertos en una solitaria calle.
Tras ello, casi cuarenta policías decidieron renunciar, tanto por las condiciones de seguridad como por la falta de garantías y equipo, así como los bajos salarios. En los últimos meses la corporación también ha sido noticia tras viralizarse también videos en donde elementos participan en actos de corrupción, como también porque se dio a conocer que 97 elementos, de unas filas ya de por sí raquíticas (el déficit de policías es de 700 policías, equivalente a la mitad de los 1400 deseados) no pasaron el examen de control y confianza, lo que obligaría a darlos de baja.
Sin confianza
Cabe recordar que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), Cajeme tiene serios problemas en cuanto a la percepción hacia las autoridades de seguridad. La percepción de inseguridad, de acuerdo con los análisis de los expertos, tiene una relación directa con la visión que tienen los ciudadanos hacia el trabajo de las fuerzas policiacas.
En la última ENSU, se observa que en Obregón el Ejército (54.2 por ciento de confianza, quinto peor en el país), que lidera muchas de las actividades de protección y seguridad, está mal visto, lo mismo que la Marina (56.7 por ciento de confianza, la quinta peor a nivel nacional), sitio de origen profesional de los principales mandos de la Policía Municipal, que a su vez no logra despuntar entre la visión ciudadana pues solo 20.2 por ciento le tiene confianza.
La Guardia Nacional, por su parte, también con amplia presencia en las calles, no termina por ser aceptada y reconocida por los obregonenses (45.7 por ciento, quinta peor también).
Fuente: Tribuna