Ciudad de México.- Si algo es bien sabido por la gente, es que los amantes de lo ajeno siempre encuentran nuevas e ingeniosas maneras para robar a los incautos. Ya sea con un arma de fuego, amedrentando o incluso engañando a la gente, este oscuro sector de la sociedad siempre está asechando para poder salirse con la suya. Un ejemplo de ello es el ocurrido el pasado 28 de diciembre, en un banco ubicado en las cercanías del metro Cuitláhuac, en la Ciudad de México.
La noticia salió a la luz gracias un hilo de X (red social antes conocida como Twitter) del usuario @mareoflores, quien contó cómo fue testigo del fraude, sin que pudiera hacer nada para auxiliar a la víctima, una joven de unos 19 años, quien intentó ayudar a un adulto mayor, el cual se aprovechó de las buenas intenciones de la adolescente para despojarla de todas sus pertenencias, entre las que destacaba una bolsa nueva y un iPhone 13.
De acuerdo con lo relatado por el internauta, todo ocurrió en pleno Día de los inocentes, cuando él fue a una sucursal bancaria ubicada a fuera del mencionado metro. Según cuenta, la joven se acercó a la recepcionista para comentarle que tenía que cambiar un cheque en la caja 3. La empleada habría notado que el documento no incluía el nombre de la adolescente, por lo que le informó que no podría realizarse el trámite.
La víctima le contó a la trabajadora que una persona, que se cree, sería alguien de la tercera edad, le pidió que cambiara el cheque por él. Es bajo este contexto que la mujer le explicó que todo se trataba de un fraude: “¡Ay no! Seguro dejaste tu celular. No chava, es fraude, ¿cómo te van a dar un cheque así y tú lo vas a poder cobrar?”, la increpó la recepcionista. Presa del pánico, la joven salió corriendo. Minutos después, @mareoflores abandonó la sucursal para encontrarse con la agraviada, quien desesperada le pedía al oficial que le permitiera ver las cámaras del banco, puesto le habían robado. Se desconoce si lograron capturar al ladrón.
Nuevo modus operandí para robar fuera de los bancos
Aparentemente, una persona de la tercera edad o incapacitada para subir las escaleras del banco, se acerca a los incautos y les pide el favor de que cobren un cheque por ellos. Esta gente se vale de la pena y sentimientos de empatía que pueden provocar. Una vez que la potencial víctima acepta, esta persona les pide a cambio su celular o cartera como garantía de que les darán el dinero. Finalmente, emprenden la huida con las pertenencias del agraviado, una vez que éste ingresa a la sucursal.
Fuentes: Tribuna