Acámbaro, Guanajuato.- Durante la mañana de este miércoles 26 de abril, en el municipio de Acámbaro, Guanajuato, un adulto mayor perdió la vida luego de participar en una riña familiar al interior de un domicilio, esto luego de que uno de sus sobrinos le propinara un garrotazo para posteriormente emprender la huida, es por ello que a pesar de la pronta respuesta de los agentes policíacos no se logró aprehensión alguna.
Los hechos se registraron alrededor de las 07:20 horas, sobre la un costado del Centro de Salud de la Comunidad de Arroyo de la Luna, esto en la ya mencionada demarcación donde se suscitó una gran movilización de autoridades de las diferentes órdenes de Gobierno, quienes respondieron ante la activación del código rojo por las múltiples detonaciones en la zona, las cuales cobraron una vida.
Primeros informes mencionan que el ahora occiso respondía al nombre de Alfredo, de 65 años de edad, quien presentaba un fuerte golpe en la cabeza, mismo que provocó que dejara de existir a los procos minutos, es por ello que a pesar de los grandes esfuerzos de los paramédicos de Cruz Roja Mexicana estos nada pudieron hacer para salvarle la vida, dejando todas las labores a cargo de los especialistas forenses.
Hasta el lugar del crimen llegaron los agentes en activo de la Policía Municipal y Estatal, quienes resguardaron el sitio, todo para que el personal de los Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Guanajuato (FGJE) comenzara con las primeras averiguaciones de rigor, además de la apertura de una nueva carpeta de investigación para lograr la captura del responsable quien se cree que podría ser un familiar.
Por el momento, se conoce que el cuerpo del anciano ya fue trasladado con rumbo hacia las instalaciones de la morgue del Servicio Médico Forense (Semefo) con sede en la ciudad de Guanajuato capital, donde se le practicará su respectiva autopsia de ley, además de los trámites legales correspondientes por homicidio, a la espera de nuevas actualizaciones por parte de los agentes policíacos.
Fuente: Tribuna