Ciudad de México. - Durante el año 2023, el Cártel de Sinaloa, uno de los más prominentes y peligrosos del mundo, sufrió importantes golpes en su estructura delictiva con los arrestos de figuras clave como Ovidio Guzmán López y Néstor Isidro Pérez Salas, conocido como 'El Nini'. Estos golpes, aparentemente letales, fueron posibles gracias al aporte crucial de testigos protegidos, colaboradores y agentes infiltrados.
Exintegrantes del Cártel de Sinaloa, motivados por la posibilidad de reducción de condena, optan por colaborar con las autoridades estadounidenses, proporcionando información valiosa que incluye datos, fotos y videos sobre operaciones y ubicaciones. Esta estrategia ha llevado a la identificación y detención de capos como Ovidio Guzmán López, José Guadalupe Tapia Quintero y Rafael Caro Quintero.
El proceso comienza con la obtención de material sustancial por parte de colaboradores y testigos protegidos, quienes, a cambio de inmunidad o penas menos severas, entregan información precisa a las agencias gubernamentales, como la DEA, el FBI y la CIA. Una vez que se cuenta con suficiente evidencia, se emite la orden de aprehensión y se lleva a cabo un operativo coordinado en el que se dispone de unas pocas horas, o incluso meses de preparación, para llevar a cabo el arresto.
Ya no es necesario que los agentes se infiltren dentro de las organizaciones criminales, porque son personas dentro de los mismos cárteles quienes informan dónde están sus líderes, cómo operan y qué movimientos realizan", comentó Mike Vigil, exagente encubierto de la DEA.
Atrás quedaron los métodos de infiltración directa, utilizados desde los años 70 hasta los 90, donde agentes se hacían pasar como compradores de drogas para obtener información. En la actualidad, la colaboración de informantes desde dentro de las organizaciones criminales ha simplificado el proceso de obtención de datos cruciales.
Romain Bolzinger, director de la serie documental Narco Circus, reveló en HBO Max la dificultad de localizar a los testigos protegidos, indicando que la única forma efectiva es a través de negociaciones con agentes. La estrategia actual implica la identificación de empleados de bajo nivel, como punteros, sicarios y mulas, a quienes se les presiona para obtener información sobre líderes y lugartenientes de alto rango.
Una vez que los tienen bien ubicados, les presentan cargos. Y van tras ellos, entonces se les dice que pasarán el resto de sus días en la cárcel, a menos que cooperen, lo que les significaría una sentencia mucho menor por haber colaborado con Estados Unidos", explicó Mike Davis, antiguo agente de la DEA.
La efectividad de esta estrategia resalta la importancia de la colaboración ciudadana y la utilización de informantes para desmantelar organizaciones criminales desde su interior, cambiando el paradigma de la lucha antidrogas.
Fuente: Tribuna