Chilpancingo, Guerrero.- Gustavo Alarcón asumió la alcaldía de Chilpancingo, luego de que Alejandro Arcos fuera decapitado a seis días de haber asumido su cargo. Apenas el 8 de octubre, el suplente admitió que sentía temor por esta nueva responsabilidad, pero se comprometió a cumplir con sus funciones en beneficio de los residentes. A diferencia de Arcos, a Alarcón se le brindó una escolta personal conformada por agentes de seguridad.
Ahora que fue nombrado como el nuevo mandatario de la ciudad de Guerrero, las dudas en torno a los vínculos con las células delincuenciales han comenzado a plantearse. Una de las hipótesis que explicarían el asesinato del priista fue su negativa a pactar con Los Ardillos y Los Tlacos. De modo que se le ha cuestionado a Alarcón sobre el envío de amenazas o intentos de establecer comunicación con él.
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El médico respondió que hasta el momento no ha recibido ninguna llamada o mensaje por parte de algún grupo delincuencial. Explicó que se ha concentrado en seguir con el curso de la administración, "el día de ayer le di indicaciones que cualquier situación de toda la estructura institucional, nos centremos en una sola información". Sobre su situación, circulaba el rumor que apuntaba a que el alcalde vivía en un inmueble militar, sin embargo, descartó que esto fuera cierto.
Afirmó que se siente a salvo al estar rodeado de 14 elementos de la Guardia Nacional y siete del estado. Incluso dijo que la cantidad era excesiva. Será un tema que se resuelva más adelante. "Es un grupo bastante nutrido. Vamos a compactarla para podernos mover más fácilmente". En cuanto a la situación de violencia que afecta a Chilpancingo, Arcos detalló que el Gobierno Federal envió más personal para reforzar la vigilancia.
Ya se inició el procedimiento del grupo de la Guardia Nacional, de la protección, ya está con nosotros y nos enviaron nuevos elementos a Chilpancingo, ya aumentamos a 240 más entre ellos, obviamente no es una cifra muy buena, pero ya estamos ayudando en todo lo que va de las actividades de Chilpancingo".
Su agenda de trabajo retornó al punto cero. Según dijo, su administración se ha enfocado en revisar los programas sociales que quedaron pendientes, así como las actividades potenciales en Chilpancingo. Si bien su lista de tareas es basto, subrayó que su prioridad será atender la inseguridad. "Yo vengo a trabajar, a cumplir con las actividades que están pendientes, y vamos a sacar el trabajo de Alejandro. Queremos la paz para Chilpancingo".
Fuente: Tribuna Sonora