Querétaro, Querétaro. – Un hecho violento sacudió la escena musical del regional mexicano la madrugada del viernes, cuando Emiliano Cuevas, vocalista de la banda Emiliano Cuevas y Grupo Penumbre, y su acordeonista, David Noria, fueron asesinados a tiros tras una presentación en el Bar El Mezcalito. La tragedia dejó en shock tanto a la comunidad artística como a sus seguidores, quienes lamentan la pérdida de dos talentosos músicos.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía General del Estado de Querétaro, el ataque se llevó a cabo poco después de que la agrupación terminara su presentación en el local. Aunque hasta el momento no se han confirmado detalles sobre los responsables, se presume que el crimen podría estar vinculado al contenido de los corridos interpretados esa noche, que supuestamente rendían homenaje al Cártel de Sinaloa.
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Para quien no sepa quiénes son, Cuevas y Noria, ambos originarios de Villagrán, Guanajuato, habían comenzado a hacerse un nombre dentro del género regional mexicano. Su banda, Emiliano Cuevas y Grupo Penumbre, se especializaba en interpretar corridos que narraban las historias y realidades de las zonas más afectadas por el narcotráfico en México. Con una creciente base de seguidores, la agrupación había estado ganando popularidad en Guanajuato y otros estados del Bajío.
Emiliano, de 29 años, era el vocalista principal y líder de la banda. Se le reconocía por su potente voz y su presencia en el escenario, características que habían hecho que el grupo se destacara en un género donde la competencia es feroz. A su lado, David Noria, acordeonista de 32 años, aportaba el sonido distintivo y la energía musical que daba vida a cada una de sus interpretaciones.
Los corridos, una forma de música tradicional en el norte de México, son una vía para contar historias de héroes y villanos de la vida real, pero también han llegado a glorificar las actividades delictivas de grupos del narcotráfico. Si bien este subgénero del regional mexicano tiene una gran audiencia, cantar sobre ciertos temas puede ser peligroso, especialmente cuando se hace en lugares donde las facciones criminales controlan el territorio o donde la seguridad es frágil.
El caso de Emiliano Cuevas y David Noria parece ser un triste ejemplo de esto. Aunque sus canciones trataban sobre situaciones de la vida en las comunidades marcadas por el narcotráfico, los artistas podrían haber cruzado una línea al rendir homenaje a un cártel específico. Según testigos, los músicos fueron abordados por sujetos armados al terminar su presentación y, tras un breve intercambio de palabras, les dispararon a quemarropa.
El brutal asesinato de los músicos ha generado una ola de reacciones en redes sociales. Artistas, colegas y fanáticos dejaron ver su tristeza y condena por el suceso, que consideran un ataque no solo a Emiliano y David, sino también a la libertad de expresión en el ámbito musical. Las autoridades de Querétaro comenzaron una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables del ataque.
Fuente: Tribuna