Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. - La iglesia católica de México se pronunció este domingo tras la muerte de seis migrantes originarios de Egipto, El Salvador y Perú, quienes fallecieron a tiros a manos de miembros del Ejército mexicano el pasado 1 de octubre en el estado de Chiapas, en la frontera sur del país. En su editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México pidió al Gobierno de Claudia Sheinbaum que revise la presencia de las fuerzas armadas en las labores de control y revisión migratoria.
Nos sumamos como Iglesia para pedir a las autoridades correspondientes que realicen una investigación a fondo de este hecho y además al Estado mexicano que analice la presencia de las fuerzas militares en materia de control y revisión migratoria”, expresó la Arquidiócesis en el documento publicado este 6 de octubre. Asimismo, lamentó que la vulnerabilidad de los migrantes los convierta en blanco del crimen organizado y en víctimas de abusos por parte de las autoridades, como ocurrió en este trágico suceso.
La masacre se registró en el primer día de mandato de la nueva presidenta de México, Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre. El incidente se produjo en Chiapas, una de las entidades con mayor flujo migratorio en la frontera sur, donde el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador desplegó a más de 36 mil soldados para realizar tareas de contención migratoria.
El Ejército mexicano informó que los soldados involucrados, quienes ya se encuentran a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR), patrullaban la región en medio de la pugna entre cárteles del narcotráfico por el control del flujo de personas y drogas en la zona. Según la versión de las autoridades, los militares confundieron a los migrantes con miembros de grupos criminales, lo que derivó en el fatal tiroteo.
La Arquidiócesis de México cuestionó fuertemente la actuación de las fuerzas armadas y se preguntó sobre la falta de respeto a la dignidad humana: “¿Dónde está la dignidad de la persona cuando se les mata solo por parecer sospechosos?, ¿dónde está la dignidad de la persona cuando la ley de las balas se impone sobre el uso de la razón?”, planteó en su editorial. “Cada ser humano posee una dignidad inalienable, y los migrantes no son menos dignos que cualquier otra persona, sin importar raza, género, estatus, edad o creencias”.
La iglesia también pidió a las autoridades reflexionar sobre las consecuencias de estos trágicos eventos y advirtió sobre el riesgo de que los abusos continúen si no se toman medidas para reformar la estrategia militar en los controles migratorios: “¿Qué cambiará después de este trágico hecho que terminó con la vida de seis personas? ¿Todo seguirá igual?”.
El pasado viernes, la presidenta Sheinbaum afirmó que el Ejército denunció a los soldados que dispararon, pero defendió a las Fuerzas Armadas, asegurando que “respetan los derechos humanos”. Además, reconoció la existencia de una estrategia para frenar la llegada de migrantes a México con el objetivo de evitar su cruce hacia Estados Unidos.
Según cifras oficiales del Gobierno mexicano, la detención diaria de migrantes en la frontera con Estados Unidos ha disminuido un 66 por ciento de diciembre a septiembre. Sin embargo, la migración irregular a través de México ha aumentado un 193 % interanual en la primera mitad del año, superando las 712 mil personas, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria.
El incidente en Chiapas avivó el debate sobre el papel de las fuerzas armadas en la gestión migratoria del país. Organizaciones de derechos humanos y la propia Iglesia han señalado que el despliegue de militares en tareas migratorias puede derivar en mayores abusos y violaciones a los derechos de las personas en tránsito.
El llamado de la iglesia católica mexicana subraya la urgencia de repensar la estrategia de seguridad y control migratorio, priorizando la protección de la vida y la dignidad humana sobre la militarización de las fronteras. Mientras tanto, el país enfrenta el reto de equilibrar la presión externa para frenar la migración hacia Estados Unidos y el respeto a los derechos humanos de quienes buscan un futuro mejor en territorio mexicano.
Fuente: Tribuna