Chilpancingo, Guerrero. — La violencia en Chilpancingo, Guerrero, se ha intensificado de manera alarmante en las últimas dos semanas, luego del asesinato de tres funcionarios públicos en distintos puntos de la ciudad. El caso más reciente, ocurrido ayer domingo 6 de octubre, estremeció a la comunidad local y encendió las alarmas a nivel nacional. Se trata del homicidio de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, quien fue localizado sin vida al interior de un vehículo abandonado en la colonia Villas del Roble. De acuerdo con reportes preliminares, el funcionario habría sido decapitado.
Por su parte, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, confirmó la muerte del alcalde y condenó lo ocurrido a través de sus redes sociales, especialmente porque Arcos Catalán apenas había rendido protesta una semana antes de su asesinato. Su muerte se suma a la de otros dos funcionarios municipales: el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia, y el exdirector de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE) de la Policía Estatal, Ulises Hernández Martínez.
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Hay que señalar que el asesinato de Arcos Catalán se suma a la muerte de Francisco Gonzalo Tapia, quien fue ultimado a balazos el pasado 3 de octubre en las inmediaciones de la plaza cívica Primera Congreso de Anáhuac. Desde entonces, Arcos Catalán había externado su preocupación por la escalada de violencia y había solicitado contar con escoltas de seguridad para su protección. Sin embargo, la solicitud no se concretó antes de su trágico final.
Antes de estos dos homicidios, Ulises Hernández Martínez, exdirector de la Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía Estatal, fue asesinado el 29 de septiembre en Chilpancingo, lo que puso en evidencia la fragilidad de la seguridad en el municipio. Ninguna persona ha sido detenida en relación con estos tres crímenes y las autoridades aún no han determinado las causas de los homicidios ni el posible vínculo entre ellos.
Ante la ola de violencia y el asesinato de tres funcionarios en tan corto tiempo, se ha generado una creciente preocupación sobre la posible participación de grupos del crimen organizado en estos hechos. De acuerdo con un informe de la firma de seguridad AC Consultores, en Chilpancingo operan al menos tres agrupaciones delictivas:
- Célula ligada a los Beltrán Leyva.
- Cártel del Sur.
- Los Tlacos y Los Ardillos.
La presencia de estas organizaciones fue confirmada por diversos análisis de seguridad y coincide con los datos presentados en un mapa de criminalidad elaborado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan en 2023, que muestra la distribución de los cárteles y grupos delictivos en Guerrero.
Según el informe, Los Tlacos y Los Ardillos, quienes operan principalmente en la Zona Centro y Montaña de Guerrero, han mantenido una tensa “paz” desde febrero de 2023. Esto, gracias a la mediación del padre Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos ‘Minerva Bello’, que permitió un acuerdo para delimitar sus territorios y respetar sus respectivas actividades criminales.
El mapa de Tlachinollan expone cómo se distribuyen las agrupaciones criminales en las diversas regiones de Guerrero:
- Zona Norte: Los Tlacos, La Bandera, Familia Michoacana.
- Tierra Caliente: Familia Michoacana, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Tequileros.
- Zona Centro: Los Tlacos, Los Ardillos, Cárteles Unidos.
- Montaña: Los Tlacos-Rojos, Los Ardillos.
- Costa Grande: CJNG, Los Granados, Los Arreola, Los Maldonado, Los Viagras, Familia Michoacana.
- Acapulco: Los Rusos.
- Costa Chica: Los Rusos, Los Añorve y Los Ardillos.
Tras el asesinato del alcalde Alejandro Arcos Catalán, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, indicó que ya se evalúa la posibilidad de que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso, dada la gravedad de los hechos y la posible implicación de grupos criminales en estos homicidios. Asimismo, señaló que se intensificarán las acciones de seguridad en la región para restablecer el orden y garantizar la seguridad de los funcionarios públicos.
El estado de Guerrero, y en particular su capital, Chilpancingo, se han visto inmersos en un ambiente de violencia y zozobra ante el dominio territorial de distintos cárteles y agrupaciones criminales. La situación ha generado desplazamientos forzados de comunidades enteras y el asesinato de varios líderes sociales y políticos, lo que ha dificultado el trabajo de las autoridades para restablecer la paz.
Por otra parte, la comunidad de Chilpancingo hizo un llamado a las autoridades locales y federales para que se garantice la justicia en estos casos y se fortalezcan las medidas de seguridad. Mientras tanto, la incertidumbre y el temor se mantienen latentes en la capital guerrerense, ante la posibilidad de que la violencia continúe escalando y cobrando más vidas.
Las investigaciones están en curso y se espera que las autoridades den a conocer pronto los avances en la identificación de los responsables de estos crímenes que han teñido de luto al municipio y a toda la región de Guerrero.
Fuente: Tribuna