Guadalupe, Chihuahua. - Durante la tarde de ayer viernes 27 de diciembre, elementos de seguridad en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, fueron blanco de un ataque con drones artillados. Este incidente, el segundo registrado en la semana, marca una preocupante escalada en el uso de tecnología militar por parte de grupos del crimen organizado en la región.
La agresión ocurrió cuando agentes de las células de la Base de Operaciones Interinstitucionales (BOI) acudieron a la comunidad de El Carnero tras recibir una llamada de emergencia que reportaba un vehículo calcinado.
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En el sitio, los agentes localizaron una camioneta blanca consumida por el fuego. Al acercarse para inspeccionar el vehículo, un dron lanzó un explosivo sobre ellos. En cuestión de segundos, otros tres drones atacaron con explosivos adicionales. Afortunadamente, no se registraron heridos, aunque la situación dejó en evidencia el alto riesgo al que se enfrentan las fuerzas de seguridad en la zona.
El viernes no fue el único día violento en Guadalupe y Calvo esta semana, pues el martes 24 de diciembre, alrededor de las 12:15 horas, un convoy integrado por personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), el Ejército Mexicano, y la Guardia Nacional fue atacado con explosivos lanzados desde drones en la comunidad de El Pinito.
El ataque dañó una patrulla de la Guardia Nacional y provocó la detonación de un segundo artefacto a 50 metros de distancia. Al igual que en el ataque del viernes, no se reportaron heridos, pero las agresiones evidencian la creciente sofisticación y violencia de los grupos criminales.
Guadalupe y Calvo se encuentra dentro del Triángulo Dorado del narcotráfico, una región que abarca partes de Chihuahua, Durango y Sinaloa. Este territorio es crucial para la producción y el trasiego de drogas, lo que lo convierte en un campo de batalla entre organizaciones rivales.
Para quien no lo sepa, actualmente, la zona es disputada por La Línea, el brazo armado del Cártel de Juárez que ha evolucionado en una organización independiente, y Los Salgueiro, aliados históricos del Cártel de Sinaloa. Estas tensiones han aumentado en los últimos meses, intensificando la violencia en la región.
Las autoridades locales, encabezadas por la Fiscalía de la Zona Sur de Chihuahua, investigan el origen de los ataques y posibles conexiones entre ambos incidentes. El uso de drones con explosivos representa un desafío creciente para las fuerzas de seguridad, que ahora deben adaptarse a este nuevo nivel de amenaza.
La situación en Guadalupe y Calvo pone de manifiesto la urgencia de reforzar la estrategia de seguridad en el Triángulo Dorado y de implementar medidas que puedan contrarrestar el uso de tecnologías avanzadas por parte del crimen organizado. Mientras tanto, la tensión sigue aumentando en una región marcada por la violencia y la lucha por el control territorial.
Fuente: Tribuna