Nautla, Veracruz.- Una tarde de playa que debería haber sido de diversión y alegría terminó en tragedia para la familia de Efrustina, una niña de 12 años originaria de Teziutlán, Puebla. El destino llevó a esta familia a las playas de Veracruz para disfrutar del fin de semana, pero un descuido transformó el día en una pesadilla.
El fatal incidente tuvo lugar en la playa de El Raudal, en Nautla, Veracruz, donde la familia se había reunido para disfrutar de la costa. Efrustina, emocionada por la brisa marina y las olas, decidió internarse en el mar para refrescarse. Sin embargo, lo que comenzó como un momento de diversión se convirtió en una tragedia cuando la niña, en circunstancias aún no esclarecidas, se vio incapaz de salir del agua y se ahogó.
Sus familiares y otros bañistas que se encontraban en la playa reaccionaron rápidamente al percatarse de la situación. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de rescate, Efrustina ya no presentaba signos vitales cuando lograron sacarla del agua. La desesperación y el dolor se apoderaron de la escena, y los familiares solicitaron ayuda a las autoridades locales.
Las autoridades locales también se pronunciaron al respecto, prometiendo reforzar las medidas de seguridad en las playas y trabajar en campañas de prevención para evitar futuras tragedias como la de Efrustina. Se anunciaron planes para instalar más señalización y aumentar la presencia de personal capacitado en las áreas de recreación acuática.
Mientras tanto, la familia de Efrustina enfrenta el difícil proceso de duelo, tratando de encontrar consuelo en el recuerdo de los momentos felices compartidos con su hija. El apoyo de la comunidad y el amor de quienes los rodean les brindan un rayo de esperanza en medio de la tristeza, pero el vacío dejado por la ausencia de la joven perdurará para siempre en sus corazones.
Después de completar los exámenes forenses, el cuerpo de Efrustina fue entregado a sus padres. Con el corazón destrozado por la pérdida de su ser querido, la familia regresó a Teziutlán, Puebla, llevando consigo el peso del dolor y la ausencia de su amada hija. El trágico final de la tarde de playa en Nautla ha dejado una profunda huella en la comunidad, recordándoles la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento junto a sus seres queridos.
Fuente: Tribuna