Ciudad de México. - El pasado 17 de abril, la CDMX fue testigo de un evento alarmante que ha generado conmoción y debate en la sociedad. Un adolescente identificado como Rodrigo ‘N’ presuntamente apuñaló repetidamente a una joven de 13 años en la secundaria Liceo Emperadores Aztecas en la alcaldía Iztapalapa. El caso ha despertado polémica no solo por la brutalidad del ataque, sino también por las implicaciones legales debido a que tanto el agresor como la víctima son menores de edad.
Según relatan los familiares de la víctima, identificada como Alondra ‘N’, el incidente ocurrió durante la tarde del miércoles en la mencionada institución educativa, donde ambos eran estudiantes, presumiblemente del segundo grado.
Rodrigo ‘N’, quien aparentemente había mantenido una relación sentimental con Alondra y posteriormente la consideraba como amiga, habría solicitado hablar con ella durante un encuentro en la escuela. Sin embargo, en un giro trágico, se presume que decidió atacarla con un arma punzocortante, infligiéndole múltiples heridas.
Tras el violento suceso, Rodrigo ‘N’ fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público, mientras que la joven herida fue trasladada a un hospital público, donde aún permanece bajo atención médica.
El caso ha generado un debate sobre el tratamiento legal que se debe otorgar al agresor, quien, al ser menor de edad, enfrenta restricciones en cuanto a su procesamiento judicial. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha abierto una carpeta de investigación contra Rodrigo ‘N’ por la posible comisión del delito de feminicidio en grado de tentativa. Sin embargo, el avance del caso se ve limitado debido a que un juez especializado en justicia para adolescentes rechazó iniciar un proceso legal contra él, argumentando que aún no es considerado “sujeto de ley”.
Esta decisión ha generado controversia y ha puesto de relieve la necesidad de revisar y reformar el sistema legal en cuanto al tratamiento de menores involucrados en delitos graves. Mientras tanto, Rodrigo ‘N’ permanece bajo el resguardo de sus padres, sin posibilidad de ser ingresado a un centro de detención provisional.
El caso de Rodrigo ‘N’ y Alondra ‘N’ continúa siendo investigado por las autoridades, mientras que la sociedad espera respuestas y acciones concretas para prevenir tragedias similares en el futuro.
Este incidente nos recuerda la importancia de abordar de manera integral la violencia entre los jóvenes y promover la educación en valores de respeto, tolerancia y solución pacífica de conflictos. La seguridad y el bienestar de la comunidad escolar deben ser prioridades absolutas en nuestra sociedad.
Fuente: Tribuna