Veracruz.- Un sombrío capítulo de violencia irrumpió en la serenidad de una festividad en el municipio de Soconusco, Veracruz, en las primeras horas del domingo. La celebración, que se llevaba a cabo en el salón de eventos Quinta Herendira, ubicado en la colonia Lealtad, se convirtió en escenario de terror cuando un grupo armado ingresó al recinto, sembrando el caos y dejando tras de sí un saldo trágico: un organizador sin vida y un DJ gravemente herido, mientras más de un centenar de personas se encontraban presentes, sumidas en el pánico y la confusión.
Los informes policiales detallan que al menos tres individuos ingresaron al evento, camuflados entre los asistentes, con un objetivo claro y macabro: localizar al DJ Jaime Pachec. Una vez que sus objetivos fueron identificados, los agresores no vacilaron en abrir fuego contra él, desencadenando una escena de horror y desesperación entre los presentes.
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Los disparos resonaron en el salón, desatando un frenesí de pánico entre los asistentes, quienes buscaron refugio de manera frenética mientras la violencia se desataba a su alrededor. En medio del caos, Francisco Javier, un joven de 21 años, resultó gravemente herido por una bala que impactó en su pierna derecha, sumando una víctima más a esta tragedia.
Por desgracia, el destino fue aún más cruel con Jaime, de 32 años, quien no logró sobrevivir a las heridas infligidas por los agresores y perdió la vida en el lugar de los hechos. La trágica noticia fue confirmada por paramédicos de Protección Civil de Acayucan, quienes acudieron rápidamente al llamado de auxilio y se encontraron con una escena dantesca.
La noticia de este violento ataque se extendió rápidamente por la región, sembrando una ola de conmoción y consternación entre los residentes de Veracruz y más allá. Las autoridades, tras la confirmación del fallecimiento y la atención al herido, desplegaron una intensa movilización en la zona del incidente, en busca de los responsables de este acto de barbarie.
Las preguntas sobre los motivos detrás de este atroz suceso comenzaron a surgir, mientras la comunidad intentaba comprender cómo una celebración festiva pudo convertirse en una escena de horror y tragedia en cuestión de minutos. Según algunos informes, Jaime, la víctima mortal de este trágico suceso, tenía antecedentes como encargado de un centro nocturno en el municipio de Oluta, donde ya se habían registrado episodios de violencia armada en el pasado.
Este nuevo episodio de violencia sin sentido pone de manifiesto una vez más la urgente necesidad de abordar la creciente ola de violencia que azota la región y garantizar la seguridad de los ciudadanos que solo buscan disfrutar de momentos de esparcimiento y diversión. Las investigaciones continúan en curso para esclarecer los motivos detrás de este trágico suceso y llevar a los responsables ante la justicia.
En medio del dolor y la consternación, la comunidad se une en el reclamo de justicia y en el apoyo a las familias afectadas por esta tragedia. Es un recordatorio sombrío de los peligros que acechan en las sombras y de la importancia de trabajar juntos para construir un futuro más seguro y pacífico para todos.
Fuente: Tribuna