Guadalajara, Jalisco. - Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, estuvo bajo el escrutinio público después de que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) emitiera una amenaza directa en su contra a través de una narcomanta en Guadalajara en mayo de 2021. El mensaje, que incluía el dicho "Quien a dos jefes sirve, con uno queda mal", hacía alusión a supuestos vínculos del mandatario con el Cártel de Sinaloa y advertía: "No cumplir tiene un costo". Hay que señalar que el mensaje también mencionaba a Pablo Lemus, quien, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de Jalisco, será el próximo gobernador.
Esta amenaza se produjo poco después de que José Armando Briseño de los Santos, conocido por su participación en el atentado contra Omar García Harfuch en 2020, revelara que el CJNG estaba planeando asesinar a Enrique Alfaro. Según Briseño de los Santos, jefe de sicarios del CJNG, Alfaro se había negado a pactar con el cártel, a pesar de que algunos miembros de su equipo ya colaboraban con células del cartel ya mencionado dedicadas al robo de combustible. Estas declaraciones, retomadas por el periodista Carlos Loret de Mola, sugieren una infiltración significativa del Cártel de Jalisco en la estructura gubernamental de dicho estado.
Además, documentos filtrados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por Guacamaya Leaks detallan tres reuniones entre integrantes del CJNG y altos mandos policiales cercanos a Alfaro, ocurridas poco después de que asumiera el cargo en diciembre de 2018. El 11 de diciembre, Juan Pablo Hernández González, director operativo de la Comisaría de Seguridad Pública de Zapopan, se reunió con contactos del CJNG para supuestamente acordar operaciones a favor del cártel. Pocos días después, Daniel Velasco Ramírez, entonces secretario de Seguridad de Jalisco, habría sido abordado para negociar una reducción en los índices de violencia a cambio de sobornos.
Hace poco, durante el juicio de Raúl Flores Hernández, alias "El Tío", en los Estados Unidos, surgieron nuevas alegaciones sobre presuntos vínculos entre Alfaro y el narcotráfico. Flores Hernández, condenado por traficar cocaína junto a Joaquín "El Chapo" Guzmán, operaba de manera independiente pero bajo la protección del Cártel de Sinaloa. De hecho, un testigo en el juicio identificó a un hombre con el apellido Alfaro como receptor de la droga del acusado, por lo que se pensó que el actual gobernador de Jalisco estaba involucrado.
Por su parte, la periodista Anabel Hernández ya había informado en 2018 que el Departamento de Justicia de Estados Unidos estaba investigando al mandatario y que lo habían citado a su Embajada en México para discutir sus presuntos vínculos con el narcotráfico, aunque este decidió no ir.
En otra narcomanta encontrada en octubre de 2023 en Lagos de Moreno, firmada por el Cártel de Sinaloa, se leía lo siguiente: “Es más que obvio que quieres limpiar el paso para las put*s del CJNG, déjalos que ellos solos peleen. Llevamos más de 20 años y nunca han podido con nosotros”.
Estas revelaciones y amenazas subrayan la compleja y peligrosa relación entre la política y el narcotráfico en México, situando a Enrique Alfaro en el centro de una lucha por el control del estado de Jalisco. Las acusaciones y amenazas reflejan no solo el nivel de infiltración del crimen organizado en las instituciones públicas, sino también los riesgos y desafíos que enfrentan los funcionarios en un entorno dominado por la violencia y la corrupción.
Fuente: Tribuna