Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Cada vez que se habla sobre persecuciones en contra de elementos del crimen organizado, en los medios de comunicación se hace mención de que los agentes del Ejército o de la Guardia Nacional realizan duros operativos; sin embargo, algo que no se dice es que, entorno a ellos hay gente que se encuentra por el lugar y que, en la mayoría de ocasiones corre riesgo de resultar herida.
Un desafortunado ejemplo de ello es el que ocurrió con Armando H. G., de 16 años, quien se encontraba trabajando en la ciudad de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, cuando de manera accidental recibió un impacto de bala perteneciente al Ejército Mexicano. Según algunos reportes, el menor se encontraba junto a dos compañeros, cuando comenzaron a escuchar detonaciones de bala, por lo que intentaron ocultarse en una bodega; sin embargo, la víctima no logró hacerlo a tiempo.
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Según algunos informes, en el momento en el que Armando estaba trabajando, elementos del Ejército pasaron por el lugar en medio de una persecución contra presuntos sicarios del Cártel del Noreste (CDN), sobre la carretera de Anáhuac. Se estima que uno de los soldados detonó su arma y la bala impactó en el glúteo del menor, para luego perforar sus intestinos. Una compañera de trabajo del joven estudiante de bachillerato se encargó de llamar a la familia del adolescente y a los servicios médicos.
Informes indican que la madre de Armando, identificada como Karina ‘N’, llevó a su hijo a la Unidad de Medicina Familiar (UFM) Número 76 del IMSS, pero en el sitio en le dijeron que no podían recibirlo, porque no tenían a médicos especialistas. Esta situación se replicó en el Hospital General de la Zona Número 11. Ante esto tuvieron que trasladar al menor al hospital privado San Gerardo, donde por fin recibió atención.
Lamentablemente, al ser una clínica privada, la cuenta del lugar no tardó en inflarse. Algunas fuentes indican que debido a lo ocurrido el menor tuvo que ser intervenido de urgencia y, apenas unos días después, los costos por auxiliar a Armando ascendieron a 250 mil pesos. El caso fue expuesto en redes sociales, donde la familia ha solicitado apoyo económico de la gente y no tardó en llegar al a Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de México, donde lamentaron el accionar de las autoridades.
“Instamos a las autoridades competentes a realizar una investigación exhaustiva, imparcial e independiente que garantice el esclarecimiento de los hechos y el acceso el esclarecimiento de los hechos y el acceso a la justicia, al igual que la debida atención médica al niño Armando.”
Fuentes: Tribuna