Taxco, Guerrero.- Autoridades guerrerenses encontraron una fosa clandestina situada en Taxco. Al interior de ella se encontraba el cuerpo sin vida del periodista Enrique Hernández, reportado como desaparecido desde hace tres meses. El comunicador fue reconocido con base en el perfil genético y tras comprobarlo fue entregado a los familiares, según informó la organización de Periodistas Desplazados México el pasado miércoles 4 de septiembre.
En el comunicado también se señala a policías municipales y al exescolta de alcalde de Taxco de ser los presuntos responsables de la desaparición. Hasta el momento no se han notificado cuáles fueron las causas de muerte o si en el cadáver se detectaron signos de tortura. Sobre el caso se sabe que fue visto por última vez el pasado 18 de junio, aunque sus familiares acudieron a la Fiscalía a activar la ficha de búsqueda el 20 de junio.
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Hernández Avilez trabajaba como reportero para la revista titulada Contacto Policiaco de Cancún, Quintana Roo. De manera extraoficial se mencionó que el masculino fue detenido por los elementos municipales y después de este hecho se perdió todo contacto con el hombre que fue descrito como una persona de ojos medianos y café obscuros, con cabello ondulado, corto y color castaño. Tenía 55 años y como señas particulares se apuntaron tres cicatrices distribuidas en el pie derecho, en la mano izquierda por cirugía y una más en el lado derecho del abdomen.
Por su parte, el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (Conalipe) señaló que la fosa tuvo lugar sobre un terreno baldío en la comunidad Espejo Potrero. Bajo la línea de investigación fueron detenidas 10 personas, entre las cuales se encuentra Luis “N”, David “N”, Carlos “N”, Cristofer “N”, Alexis “N”, Ángel “N”, Florentino “N”, Marino “N”, Yolanda “N” y Eusebio “N” (este último sería el escolta personal de Mario Figueroa Mundo, presidente municipal).
El Conalipe explicó que todos ellos fueron acusados porque en sus dispositivos móviles encontraron videos, fotografías en los que se les observa cavando en la tierra y sepultando un bulto (que se presume sería el cuerpo del periodista). Asimismo, habían mensajes que acreditaban su participación en el delito.
Fuente: Tribuna Sonora