Hermosillo, Sonora.- Los ocho presuntos sicarios abatidos el pasado sábado en Bácum, Sonora, forman parte de una célula delictiva que ha sido identificada como responsable de varios homicidios en la región, incluidos los casos de cuatro cuerpos desmembrados encontrados en San Ignacio Río Muerto, dos de ellos menores de edad, informó el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES).
De acuerdo con Gustavo Rómulo Salas, esta célula criminal ha estado activa en los municipios de Bácum y San Ignacio Río Muerto desde 2024, siendo uno de los principales factores de violencia en la zona. Entre los abatidos se encuentran José Alonso Borbón Ortiz, conocido como 'El Chapo Valle', y Brandon Antonio García Cejudo, alias 'Sipi', ambos con órdenes de aprehensión y considerados objetivos prioritarios para las autoridades.
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El fiscal Salas agregó que dos de los ocho individuos neutralizados eran los líderes del grupo delincuencial, aunque no reveló sus nombres. Por último, resaltó que la FGJES continúa investigando los vínculos de esta célula con otros delitos ocurridos en la región.
Los cuatro cuerpos abandonados
Como se informó en su momento, el pasado domingo 29 de diciembre se registró el hallazgo de cuatro personas sin vida en un camino de terracería, junto a un canal se riego, aproximadamente a 2 kilómetros al sur de la calle 600 y de la cabecera municipal de San Ignacio Río Muerto. Se confirmó que entre las víctimas se encontraban dos menores de edad, un joven adulto y una mujer.
Los cuerpos fueron trasladados a Ciudad Obregón, donde se efectuó su identificación. Se trata de Ángel Adrián M. B., de 15 años de edad; Jesús René M. C., de 16 años; Jonathan Josué J. M., de 18 años; y Yahaira O. Y., de 19 años. Los primeros tres fueron víctimas de desmembramiento y decapitación, mientras que la fémina perdió la vida por asfixia debido a estrangulamiento y presentaba múltiples heridas de arma blanca.
El hallazgo de estos restos ocurrió alrededor de las 7:00 horas. Tres de los cuerpos fueron encontrados apilados uno encima del otro, mientras que el cuarto estaba a unos metros de distancia. A diferencia de otros hechos violentos similares, los responsables no dejaron ningún mensaje que indicara un motivo específico, sin embargo, autoridades revelaron que se debió a problemas con grupos criminales.
Fuente: Tribuna