Ciudad de México. — El narcotraficante Rafael Caro Quintero tramitó un nuevo amparo con el objetivo de frenar su extradición a Estados Unidos, país en el que lo requieren por el asesinato del agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena. Una jueza de distrito del Estado de México, Raquel Duarte, concedió al fundador del extinto Cártel de Guadalajara la suspensión de plano para detener temporalmente su traslado al país vecino mientras se resuelve el juicio de amparo. Caro Quintero había solicitado "la suspensión de plano y de oficio, además de la provisional y, en su caso, la definitiva", argumentando que su extradición haría "física y jurídicamente imposible" la resolución del presente asunto y la reparación de violaciones a sus derechos humanos.
El capo presentó esta solicitud el pasado 21 de enero, tras la toma de posesión de Donald Trump para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos. Actualmente, Rafael Caro Quintero permanece recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México. En 2023, fue sometido a una cirugía debido a problemas de próstata, lo que, junto con los diversos recursos legales que ha promovido, ha retrasado su entrega a las autoridades estadounidenses.
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Para quien no sepa su historia, el narcotraficante fue detenido por primera vez en diciembre de 2005, pero en 2013 el Tercer Tribunal Unitario del Tercer Circuito en Jalisco lo absolvió de seis delitos, incluido el homicidio del agente "Kiki" Camarena, ocurrido el 7 de febrero de 1985. Tras pasar 28 años en prisión, obtuvo su libertad el 9 de agosto de 2013.
Luego de su liberación, Caro Quintero fundó el Cártel de Caborca, con fuerte presencia en el estado de Sonora. En 2016, durante una entrevista con la periodista Anabel Hernández para la revista Proceso, pidió disculpas a la sociedad mexicana, a la familia Camarena y a la DEA, insistiendo en que ya había "pagado" su culpa tras pasar casi tres décadas en prisión.
Sin embargo, en julio de 2022, elementos de la Marina lo recapturaron en Sinaloa. De acuerdo con las autoridades, fue un perro llamado Max quien logró localizar al narcotraficante escondido "entre matorrales" en el municipio de San Simón, Choix, en la sierra sinaloense. El proceso legal de Rafael Caro Quintero continúa, mientras las autoridades mexicanas y estadounidenses permanecen atentas a la resolución de su amparo y la posibilidad de su extradición.
Fuente: Tribuna