San Mateo, Oaxaca.- Este pasado 15 de junio, alrededor de las 11:00 horas, fue asesinada la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Oaxaca, Lilia Gema García Soto, pues como te informamos en TRIBUNA, unos sujetos armados entraron a las oficinas de la sede del gobierno local y no solo terminaron con la vida de la alcaldesa, sino que también falleció en el sitio Eli García Ramírez, representante de la comunidad de Agua Caliente.
De hecho, durante la mañanera de este día, la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Rosa Icela Rodríguez, reveló que ya se iniciaron las investigaciones oficiales: “Vamos a darle seguimiento a los hechos ocurridos en estos lugares, y continuarán las fiscalías de los estados, o de la Fiscalía General de la República, según sea el caso, las investigaciones respectivas para dar con los responsables”, afirmó Rodríguez.
Ahora bien, informó en conferencia de prensa el fiscal general de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, que los autores materiales fueron cinco sujetos que se transportaban a bordo de dos motocicletas y que, para cometer los crímenes, descargaron sus armas hasta 60 veces contra las víctimas, por lo que, según Rodríguez Alamilla, el tiempo estimado que le invirtieron a esta situación fue de seis minutos.
De acuerdo con El Universal, en el lugar se localizaron 60 casquillos: 49 de calibre .223, cuatro de calibre 5.56 y siete de calibre nueve milímetros. Hasta el momento de la elaboración de esta nota, se presume que el móvil de los asesinatos tiene que ver con una denuncia que efectuó Gema García por un aparente fraude en los recursos públicos contra exautoridades municipales; según esto, los recursos estaban destinados originalmente para las víctimas del huracán Agatha.
Finalmente, los supuestos recursos hurtados eran de 132 mil pesos correspondientes al ayuntamiento, y también se dice que la fémina impuso otra denuncia por falsificación de su firma para disponer ilegalmente de los fondos del municipio. De igual manera, circulan en torno al caso otras dos posibles hipótesis: el cobro de cuotas para el traslado de madera que se tala en la población, y una disputa por el control político del ayuntamiento.
Fuente: Tribuna
