Ciudad de México.- Este miércoles 24 de septiembre se cumplen dos semanas de una de las tragedias más impactantes ocurridas en México en los últimos años: la explosión de una pipa de gas en las inmediaciones del Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa de la capital mexicana. El siniestro, que continúa bajo investigación, ha dejado un saldo total de 30 víctimas mortales, con corte al martes.
Número de muertos por explosión en Iztapalapa sube a 30
La Secretaría de Salud de la Ciudad de México informó que, al corte de las 22:00 horas del martes 23 de septiembre, además de los 30 lamentables decesos confirmados, se mantiene bajo atención hospitalaria a 15 personas que resultaron con lesiones de gravedad. Al mismo tiempo, las autoridades indicaron que 39 pacientes han logrado recuperarse y fueron dados de alta en las últimas jornadas.
Como te informamos en TRIBUNA, la explosión e incendio ocurrieron la tarde del miércoles 10 de septiembre, cuando un vehículo cisterna con capacidad de 49 mil 500 litros de gas volcó sobre la Calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del Puente de la Concordia. El impacto derivó en una explosión de gran magnitud que afectó gravemente la zona, provocando pérdidas humanas y severos daños materiales.
De acuerdo con el primer peritaje realizado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), las causas del accidente están relacionadas con el exceso de velocidad y la falta de pericia del conductor de la pipa, la cual pertenecía a la empresa Silza. Las investigaciones revelaron que el vehículo se desplazaba a alrededor de 50 kilómetros por hora, mientras que el límite establecido en ese tramo es de 40 kilómetros por hora.
El informe también señala que el operador perdió el control de la unidad al ingresar a una glorieta, lo que ocasionó que la pipa se volcara y se produjera la explosión. Los peritos detallaron que el manejo del tractocamión no se realizó con la suficiente capacidad técnica, ya que el conductor no logró mantener la dirección ni la trayectoria dentro del carril correspondiente.
Otro aspecto que la investigación aclaró fue que las condiciones de la vía no influyeron en el accidente. El documento de la Coordinación General de Servicios Periciales estableció que el pavimento en la zona estaba seco y no se encontraron obstáculos como baches o topes. Con base en ello, se concluyó que el siniestro se debió principalmente a una pérdida de control del vehículo por parte del chofer. Lamentablemente, el chofer también perdió la vida.
Mientras tanto, autoridades capitalinas mantienen la atención a las personas hospitalizadas y refuerzan la coordinación con la Fiscalía para garantizar que se dé seguimiento puntual a las investigaciones.
Fuente: Tribuna del Yaqui
