Ciudad Obregón, Sonora.- La fabricación ilegal de carbón, así como el uso del árbol mezquite para la construcción de cercas de ganado en rancherías han hecho que la tala de este sea una problemática que parece no tener fin en el sur de Sonora.
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Según expertos cada vez hay menos abundancia de esta especie botánica en las zonas que se distinguían por contar con una gran población de este árbol, como lo es gran parte del territorio de la Tribu Yaqui.
A estos factores se suman la falta de información y acciones que existe en torno al tema por parte de las autoridades correspondientes, así como el nulo conocimiento de que se estén aplicando las sanciones establecidas a quienes realizan esta actividad, por lo que se ha vuelto un problema que va en incremento de forma descontrolada y que a ciencia cierta, no se puede cuantificar, por la misma omisión de las autoridades como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Érico Isaías López, presidente de la asociación Eco jóvenes en Acción por Sonora, afirmó a TRIBUNA que se trata de un problema que crece año con año, pues asegura que según cifras de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), tan solo en el 2020 las zonas del territorio Yaqui que contaban con una abundancia de mezquite habían perdido aproximadamente el 75 por ciento de ella.
- Grandes afectaciones ambientales y fala de sanciones
Isaías López advirtió que esto trae consigo una serie de importantes repercusiones en la fauna, así como para el medio ambiente de forma general.
Cada vez que se tala un árbol se deja sin vivienda a ciertas especies, por lo que estas no tienen más opción que migrar. Esta situación es muy común en el caso de las abejas, por lo que entre las múltiples afectaciones provocadas por la tala de estos árboles destaca el decremento de la polinización”, expresó.
- Irregularidades
Isaías López enfatizó que el problema que existe actualmente en torno a la tala ilegal del mezquite es complejo, pues se debe a una larga lista de diferentes factores.
El mezquite atraviesa una dura situación, pues está siendo sobreexplotado cada vez más, usándose sobre todo para la fabricación de carbón de forma ilegal, así como para su utilización en cercos de ganado en rancherías. Esto sucede más que nada en comunidades Yaquis, pero desafortunadamente la Profepa, no actúa como debería y mientras no se apliquen las sanciones correspondientes este problema seguirá”, dijo.
Explicó además que actualmente la sanción para quienes incurran en la tala ilegal de mezquite es muy baja, pues ronda solamente entre los 2 mil 500 pesos. Pero la falta de sanciones y el bajo costo de las multas no son los únicos factores que, en voz del experto, han llevado ya al mezquite a ser una especie botánica en peligro de extinción.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), está encargada de otorgar permisos de aprovechamiento de las propiedades del mezquite, que son bastantes. Sin embargo, muchas personas deciden talar este árbol sin fundamento, pues para fabricar carbón no se requiere echarlo abajo, solo se deben utilizar las ramas. Esto realmente no está siendo regulado por lo que el problema crece”, dijo.
Agregó que la Conafor también cuenta con algunos programas que tienen como objetivo abonar a la restauración de los suelos, advirtiendo que generalmente estos no cumplen su propósito ya que se les da un mal uso.
Estos programas consisten en otorgar cierta cantidad de esta especie a personas para que sea plantada en su propiedad, pero lamentablemente están mal otorgadas porque existen irregularidades en el proceso, por lo que no llegan a donde realmente deben de llegar”.
- Desafectación, otro factor
El presidente de la asociación detalló que Ecojóvenes en Acción por Sonora se encuentra gestionando ante la Semarnat que el mezquite sea reconocido como una especie en peligro de extinción, para que este sea protegido por la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059, desde el año 2020. Sin embargo, esto no ha sido posible.
Día a día el mezquite se va acabando, por ello se deben tomar acciones pero que realmente impacten. Este árbol debe ser protegido, también consideramos importante que exista una Policía Ambiental para que regule esta actividad, ya que existe mucha falta de atención por parte de las autoridades a las que les corresponde atender la situación”, concluyó.
- Zonas Claves
Por su parte, Antolin Flores Mendoza, coordinador regional de Semarnat en Ciudad Obregón, mencionó que esta región cuenta con distintas zonas calificadas como “mezquiteras por excelencia”, destacando entre ellas el Valle del Yaqui.
Es muy diferente hablar de un aprovechamiento y una tala de mezquite.El aprovechamiento la Semarnat lo autoriza mediante un proceso muy cuidadoso y específico, haciendo las evaluaciones pertinentes. También se determina el impacto ambiental que la actividad tendrá y lo que se tendrá qué reparar, en caso de que afecte al medio ambiente. En el caso de la tala, ya hablamos de una ilegalidad, que debe ser castigada por Profepa y si no es así esto recae en su responsabilidad”, dijo a TRIBUNA.
Detalló que en la actualidad suele existir cierta confusión en este tema, pues algunas zonas como el Distrito de Riego y el Valle del Yaqui son terrenos que se encuentran incorporados a la agricultura, por lo que ya no son de vocación forestal y al momento de solicitar una derriba de este árbol esto no implica sanciones, aunque es visto por la sociedad como una acción ilegal.
Fuera de estos lugares tenemos conocimiento de que en otras zonas claves para el mezquite como Álamos y Quiriego se cuenta con permisos de aprovechamiento, mientras que en el caso del territorio de la Tribu Yaqui, donde también abunda el mezquite, tengo entendido que se están buscando acciones para que esta actividad pueda regularizarse, de manera que ellos puedan aprovechar mejor las propiedades de este árbol y no se tale”, finalizó.
- PROFEPA, omisa
Cabe señalar que TRIBUNA buscó información ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en distintas ocasiones, sin embargo, esta no proporcionó una respuesta en tiempo y forma a dicha solicitud.
Fuente: Staff