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Personas de talla baja buscan igualdad de oportunidades en Ciudad Obregón

En el Día Mundial de las Personas de Talla Baja, los cajemenses, Héctor y Francisca compartieron las dificultades y motivaciones que viven en su día a día

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Ciudad Obregón, Sonora.- La falta de empatía y discriminación aun presentes en la sociedad, han alejado de una vida incluyente a las personas con enanismo, razón por lo cual este Día Mundial de las Personas de Talla Baja, se busca concientizar a la población sobre la falta de oportunidades e infraestructura para ellos.

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Aurora Torres Gutiérrez, presidenta de la organización 'Pequeñas grandes personas en Sonora' explicó que, con la finalidad de visibilizar la falta de espacios y oportunidades para las personas con enanismo, en 2015 se creó esta asociación civil, informando que a nivel estado existen 30 integrantes, de los cuales 15 son de Cajeme.

TRIBUNA contactó a Héctor y Francisca quienes compartieron las dificultades y motivaciones que viven en su día a día.

  • Por igualdad laboral

Mientras colocaba su bolsa de ponteduros a un costado de la banqueta de la calle California y 200, y tras haberse acomodado su gorra para protegerse del sol, durante su jornada laboral, Héctor Rafael Borbón Chávez, mejor conocido como 'Payito', relató para TRIBUNA como ha sido para él, vivir con esta condición. 

Realmente para mí ha sido sencillo, y es que he logrado aprender que lo que nos hace diferentes de la gente que se dice 'normal', es la estatura, porque la capacidad mental es igual, y no solo la mental, yo por ejemplo me levanto cada mañana desde muy temprano para fabricar mis ponteduros y posteriormente, como cualquier otra persona, salgo a ganarme el pan que llevaré a casa", dijo.

Héctor hizo un pequeño silencio en su relato, y tras voltear su mirada a un recuerdo de su juventud continuó: "Una dificultad que he vivido, es la igualdad de oportunidades que podría tener una persona alta, por ejemplo, un técnico titulado, como yo y un compañero que terminamos los estudios a la par, él si obtuvo trabajo y yo no, en un empleo donde no se ocupaba la estatura, sino la capacidad de expresarse, de trabajar".

Por lo anterior 'Payito', enérgicamente señaló: "En ese caso solo hay dos caminos, te dejas caer o haces como yo, tumbas las barreras, comencé mi propio negocio, y sí, se batalla desde el inicio, pero, aunque este cuerpecito se cansa, tengo una familia que sacar adelante, una fuerte motivación que es mi hijo, quiero que él no batalle lo que yo, ahora que ya estamos en una época en que no debería de haber desigualdad, el Internet ha ayudado a visibilizar, a normalizar nuestra condición, pero aun así existe discriminación".

Tras haber atendido a su cliente, 'Payito' se acomodó su cubrebocas y siguió: "Si yo viví una época difícil, no quiero que mi hijo pase lo mismo, y pese a mi condición la gente debe de entender que tenemos motivaciones, problemas como cualquier otra gente, y seguiré trabajando duro para que mi retoño crezca como un árbol fuerte".

  • Motivación familiar

Arribando al Campo 29, sentada en el cochera de su casa, Francisca de la Cruz Encinas, recibió a TRIBUNA con una enorme sonrisa comentando que a sus 58 años de dad ya es una orgullosa abuela. 

Desde antes de nacer yo he venido luchando por vivir, mi madre dio a luz a gemelas y yo nací pesando 800 gramos mientras que mi hermana 2 kilos, por lo que el diagnóstico era que no sobreviviría, pero tras 4 meses en incubadora logré aferrarme a la vida, pero sufriendo, ya que me detectaron desde entonces asma bronquial, pero estas ganas de seguir adelante me han dado muchas alegrías", comentó.

"El nacer con esta condición de enanismo, no era una preocupación para mí, fue sino hasta que cumplí 8 años y entre a la escuela cuando me di cuenta de era diferente, antes de eso, no salía de casa, ahí fue donde conocí la discriminación", Francisca hizo una pausa y dibujando una sonrisa añadió: 

Los niños pueden ser muy crueles, pero la verdad es que por el solo hecho de poder salir de casa, no nos importaba que se rieran de nosotras, estábamos felices fue algo que fue forjando nuestro carácter", añadió.

Como la mayoría de las mujeres en su juventud, Francisca relató que, al cumplir sus 15 años, vivió la ilusión de tener su celebración. "Muy bonita fiesta, vino mucha gente, ya para entonces éramos muy conocidas por nuestra propia condición, pero o lo tomas por lo malo y te deprimes o ves lo positivo y disfrutas, yo he hecho lo segundo y tras los años, tengo muchas vivencias, lo que nos va quedando con el tiempo son los recuerdos y qué mejor que sean buenos".

Francisca añadió que ella tiene dos hijos y una pareja que la valora como persona. "En mi primer embarazo sentí miedo de que naciera con enanismo, él nació normal, venía creciendo muy normal, pero al año de edad le pegó alferecía, y a raíz de ahí le surgió la condición".

El temor que tenía era porque no quería, que él batallara en una sociedad que aún nos discrimina, en una ciudad que no es incluyente, para mí es muy difícil subir a un camión, o el ir a un baño público, mi esposo me apoya, cuando tengo que ir al baño él se mete a los sanitarios de mujeres, mucha gente luego se enoja, pero les dice que lo hace porque tiene que levantarme a la taza, y como que, si lo entienden", expresó.

Finalmente, Francisca concluyó señalando que todo lo que ha hecho en su vida ha sido gracias a su familia. "Mis hijos ya crecieron, logré sacarlos adelante, con las limitaciones que supone mi condición, gracias a Dios, ya hasta soy abuela; solo pido a la gente que vea más allá de lo físico, somos como cualquier otra persona incluso más porque tenemos muchas cosas en contra".

Fuente: Staff