Ciudad Obregón, Sonora.- El abuso psicológico, físico, patrimonial, económico o sexual, dentro del núcleo familiar, son algunas de las modalidades de violencia familiar que, pese a los intentos de erradicarla, en el municipio de Cajeme este problema continúa en incremento.
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Según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), al cierre del mes de noviembre, Cajeme registra 888 casos de violencia familiar, cifra histórica en los últimos 5 años, representando un 5 por ciento de aumento al total de reportes presentados en todo el 2019, año que tenía la cifra más alta con 850 casos.
Aún sin contabilizar este mes de diciembre, 2021 supera en un 35 por ciento al total del año pasado, que cerró con 659 casos de violencia, este incremento viene en ascenso desde 2017, donde se presentaron 475, en 2018, la cifra se incrementó a 533, escalando 60 por ciento para 2019, en 2020, se registró un decremento al cerrar con 659 casos, pero inmediatamente se escaló a la cifra histórica en 2021 con 888 en los primeros once meses del año.
- “Es vivir en las sombras”
Las cifras, aunque certeras son frías, no muestran la cara de cada una de las víctimas de este problema. Tal es el caso de Amalia, quien sufrió abuso doméstico desde que su relación con su expareja comenzó. A los 8 meses de casados, la empujo y le jalo el cabello por primera vez, después de eso comenzó a pegarle puñetazos.
La primera vez que sucede eso es cuando debes salir corriendo de ahí, nadie debe de permitirlo, pero yo me quedé porque creí que era amor, creí que él realmente no era así y era un momento malo en la relación”.
La mujer de 41 años dijo a TRIBUNA que soportó más de siete años de abusos, para ella era vivir una vida “normal” hasta cierto punto. “Y cuando lo cuentas con tus amigas o familia te das cuenta que a muchas les pasa y no dicen nada, mi mamá solo me dijo ‘aguántate, así es esto’ y lo hice por mis hijos, pero no lo volvería a hacer porque es como vivir en las sombras”.
Para Amalia salir de esa oscuridad no fue fácil, el proceso le tomó tiempo y muchas lágrimas. “Sinceramente no sé cuándo toque fondo, pero sí recuerdo verme en el espejo toda golpeada y decirme ‘ya fue suficiente’. Lo segundo es que tienes que tener una persona de apoyo, en mi caso fue una prima, y así empezar a sanar primero tú y después tu entorno”.
La mujer considera que la razón porque la que la violencia familiar va al alza es la falta de valores y el machismo en el país, “como sociedad aún tenemos mucho que aprender, enseñarles a nuestros hijos lo correcto y lo que no es. Lamentablemente el machismo todavía está muy arraigado y es cuestión de que todos los días estar trabajando para erradicarlo”.
Narda Domínguez, presidenta de la asociación civil ‘Yo observo Cajeme’, expresó que, desde la óptica de prevención del delito, estos casos deben de ser monitoreados para evitar escalar a problemas como el feminicidio.
Se ha visto que la violencia doméstica, no es un delito que sea perseguido de oficio, se tiene que realizar la denuncia, y eso limita la posibilidad que estos casos lleguen a una sentencia, debido a lo complejo que puede resultar a una víctima de violencia familiar, llevar el proceso, ya que de por sí, es difícil decidirse a salir de un ciclo de violencia de ese tipo, y sabemos que el sistema de justicia no está diseñado para que esta sea expedita, lo cual ocasiona que exista revictimización”.
Asimismo, señaló que otro de los factores que influyen para que no se llegue a término el proceso legal, es que no todas las víctimas cuentan con los recursos para costear el estar acudiendo a las diligencias sin tener afectaciones tanto en lo económico como en lo laboral. “También es importante revisar que tan efectivas son las medidas de protección, la cual se ha visto que realmente no es funcional”.
- Pandemia y la falta de atención
Por su parte, Noé Oroz, Procurador de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Cajeme, explicó que, pese a que estos delitos no son atendidos por la dependencia, al recibir algún tipo de reporte se canaliza el caso al Ministerio Público, pero si se da una atención psicológica a las víctimas.
En caso de existir menores que sean víctimas e incluso con las madres violentadas, se les brinda la atención psicológica, así como asesorías legales para que puedan realizar la denuncia”.
Finalmente, el funcionario detalló que las principales causas de agresión que han recibido es cuando existen problemas de alcohol o narcóticos al interior del hogar, siendo casi en su mayoría la esposa e hijos las víctimas del padre.
Leticia Burgos, representante de la Red Feminista Sonorense, agregó que este problema se agravó exponencialmente durante la pandemia, y pese a que la actual administración municipal ha anunciado acciones, estas son a medio y largo plazo, y señaló que, como grupo, desconocen si el gobierno asumirá responsabilidad ante la declaratoria de violencia de género.
“Aún falta mucho por hacer, desconocemos la estrategia que se implementara para combatir este problema, ante la falta de resultados que se pueden apreciar con el aumento de casos de violencia, la Red Feminista está demandando la instalación del sistema estatal para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia”.
Finalmente, añadió que sumado a la violencia doméstica, existen deficiencias en la atención a las víctimas huérfanas de la violencia extrema de feminicidios, apoyo a madres que buscan a sus familiares desaparecidos y la falta de estrategia para combatir estos problemas.
Fuente: Staff