Ciudad Obregón, Sonora.- La llegada de la cuaresma es de gran importancia para la comunidad religiosa, pero también para quienes disfrutan la tradicional gastronomía, y en estas fechas el platillo más solicitado por los cajemenses es la capirotada; doña Yolanda lleva vendiendo por más de 35 años, y a pesar de que el cáncer la quiso detener no lo logró, pues ella continúa con la tradición.
Yolanda Ibarra ha conservado la tradición preparando el platillo, y aunque este año, pasó por su mente el no vender como cada cuaresma, debido a los cuidados que debe de tener por su problema de cáncer de mama, su voluntad fue más fuerte. "Este año lo pensé mucho, se acercaba la fecha y pensaba ¿no me iré a aliviar? pero gracias a Dios, me sentí bien y aquí seguimos con todo el ánimo”, explicó doña Yolanda.
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Añadió que a pesar de que cada vez el cuerpo le impide tener la misma agilidad de antes, con ayuda de su familia, logra preparar la capirotada, ya que es mucha gente que la procura.
Hasta ahorita toda la gente me ha dicho que está muy buena, pues yo creo que con 35 años de prepararla cada Cuaresma, algo le he aprendido”.
Doña Yolanda, compartió que durante el año pasado, a pesar de la pandemia, la gente seguía pidiéndole que no dejará de prepararla, así mismo explicó que muchos de sus clientes se han ido por causa del Covid-19, pero siempre llegan muchos a comprar. Para finalizar explicó que antes, a parte de la capirotada, también se dedicaba a vender comida, pero a causa de la enfermedad, dejó de vender comida, pero la preparación de la capirotada no la dejará.