Guaymas, Sonora.- Una reducción importante del hato ganadero se viene presentando en la región por la presente sequía que tiene meses afectando al sector y por no existir ningún apoyo de las autoridades para la compra de forraje y creación de represos en los ranchos.
De acuerdo con datos de las uniones ganaderas de Guaymas y Empalme este año se perdería cerca del 35 por ciento de las reses y en el 2022 la situación sería más catastrófica de no implementarse programas emergentes, además de abaratarse el costo de las cabezas de ganado hasta en un 40 por ciento.
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Daniel Baranzini Hurtado, ganadero de la región y miembro de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), sostuvo que en Sonora la sequía ya debería considerarse como un estado de emergencia en la entidad y los municipios de Guaymas y Empalme.
El sector ganadero fue totalmente olvidado por el Gobierno Federal, durante el 2020 no llegó ningún apoyo para la compra de alimento y ahora el panorama en el 2021 podría ser peor, ya que la mayoría de los ganaderos vendieron gran parte de sus cabezas de ganado, con un precio menor al normal".
Sergio Ibarra Quintero, pequeño ganadero del Valle de Guaymas, dijo que será un año difícil para ganaderos y agricultores por la sequía del año pasado y que por el fenómeno de ‘La Niña’ es posible que prevalezca durante todo el año.
De acuerdo con el reporte de Conagua, la semana pasada la Presa ‘Punta de Agua’ tenía solo 0.33 por ciento de su capacidad de 16.9 millones de metros cúbicos de aguas ordinarias, es decir, está prácticamente vacía, generando una reducción de siembra en mil hectáreas, sumado a las dificultades en los mercados por la pandemia".
Además, detalló que no llegó ningún apoyo para comprar semilla para sembrar sorbo forrajero o alfalfa, no hubo ningún apoyo, ni para comprar pastura, absolutamente nada, ni para hacer un represo para agarrar agua, estamos en la misma, está peor ahora, se está agravando cada día más la sequía, ahí está el ganado ‘enflacando’ y la gente batallando para sacarlos adelante, muriéndose ganado.
El titular de la Sagarhpa, Jorge Guzmán Nieves, reiteró que además de la mortandad, los principales efectos de la sequía en la entidad son la reducción de hatos ganaderos, mayores costos, afectaciones a la flora y fauna, así como la venta a precios bajos por la alta oferta que existe.
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Recordó que durante 2020 de las 170 mil vacas que fallecieron por la escasez de lluvias en Sonora, los productores locales tuvieron que sacrificar 120 mil reses, lo que representa hasta un 20 por ciento de la productividad estatal.