Ciudad Obregón, Sonora.- Una ola morada tomó las calles de Ciudad Obregón. Alegres y sin miedo más de 200 mujeres salieron para protestar contra la violencia en el Día Internacional de la Mujer. “Ni una más”, “la Policía no me cuida me cuidan mis amigas”, “mujeres al grito de guerra”, fueron algunas de las consignas. Los manifestantes pidieron un alto a los feminicidios y a las desapariciones forzadas.
Eran las 4:00 de la tarde, el Callejón de la Mujer se llenó de vida. Los diferentes colectivos civiles se dieron cita, mujeres y hombres, todos unidos para manifestarse por los feminicidios y por las más de 50 jóvenes desaparecidas. La primera actividad fue la toma del callejón, los grupos firmaron y se comprometieron a realizar diferentes actividades culturales, todas con el fin de erradicar la violencia contra la mujer.
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Después el contingente tomó las calles, su paso iba acompañado de cantos de lucha, pero también de reclamo para las autoridades, “¿dónde estaba la Policía cuando me violaron?”. Las feministas renombraron las calles, la primera fue la Galeana que ahora se llama Raquel Padilla Ramos, la antropóloga sonorense que fue asesinada por su pareja sentimental en 2019.
Lo mismo fue con la No Reelección y después con la Guerrero. Al llegar al Palacio Municipal, los policías ya las esperaban, “no tenemos miedo”, gritaron e hicieron un círculo para pegar los tendederos con los nombres de las que fueron víctimas de feminicidio o las que se encuentran desaparecidas. Morado para aquellas que murieron, con su nombre y fecha.
El blanco para las que esperan encontrar con vida. Eran más de 200 papeles, todas ellas de Cajeme. Antes de culminar se pasó lista, “no debió morir” o “exigimos su cuerpo con vida”, eran los reclamos y pese a que los policías trataron de quitar su protesta pacífica no se detuvieron. Nora Lira, líder de las Rastreadoras de Cajeme, leyó un artículo para honrar la memoria de su hija Fernanda, quien en 2018 no regresó a casa y a finales de 2020 fue encontrada en una fosa clandestina.
Los grupos fijaron distintos posicionamientos, “tan solo en 2020, Cajeme fue el segundo municipio de la entidad con más denuncias por violencia familiar y las cifras de desapariciones forzadas se incrementaron al igual que las fosas clandestinas”. Mientras el cielo apagaba su luz, la marcha culminó con un círculo de paz, las veladoras se encendieron por aquellas que ya no están.