Hermosillo, Sonora.- Francisco Covarrubias nunca imaginó que lo que sería solo un pasatiempo derivado del confinamiento por la pandemia, diera como resultado que el patio de su casa se convertiera en una granja.
Covarrubias relató que fue en Abril de 2020, luego de pensar en qué hacer con su tiempo libre, que le surgió la idea de realizar alguna actividad que le sirviera de distracción a él, a sus sobrinos, su nieto y a los niños de su cuadra, quienes veía desocupados por la falta de clases presenciales.
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Esto es resultado de la pandemia, de ver como los niños de aquí de la cuadra, de las familias que viven aquí alrededor, pues estuvieron muy ociosos las primeras semanas, yo para finales de abril, decidí poner la granjita para que se entretuvieran los niños, de aquí de la colonia”, dijo.
El profesor de la Unison poco a poco fue adquiriendo los animalitos y acondicionando sus espacios, recordó que de inicio compró 16 gallinas recién nacidas, después una pareja de cabritas pigmeo, luego patos, una chivita, guajolotes y recientemente conejos.
Resaltó que durante este año, los niños y él han convivido con estos animales y han participado de manera diaria con las actividades de alimentación, así como el mantenimiento del lugar lo que les ha servido como terapia.
Esto es disciplina y también es conocimiento, esta fue la idea, el propósito didáctico de aprendizaje aquí de mis sobrinos, de mi nieto, de los vecinitos, que viene para acá también a veces como te digo, aprenden, se entretienen, es terapéutico para ellos y también para mi”, agregó.
Cabe mencionar que en este domicilio ubicado en El Palo Verde, han nacido más de 20 conejos, una cabra pigmeo y a diariamente se recolectan alrededor de 15 huevos, los cuales son para autoconsumo de la familia.
Fuente: TRIBUNA