Sonora.- En los últimos días, se ha desatado una crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México; el epicentro es Ciudad Acuña, Coahuila, donde decenas de miles de inmigrantes, en su mayoría haitianos, han instalado campamentos mientras esperan el momento oportuno para cruzar a la Unión Americana.
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El pasado 20 de septiembre, Estados Unidos comenzó a deportar a decenas de haitianos y cerró su frontera con México en la zona de Del Río, Texas, en su intento por frenar a los cientos de migrantes. Sin embargo, las imágenes de elementos de la patrulla fronteriza montada a caballo cazando con látigos en mano a los indocumentados ha causado indignación en la comunidad internacional.
Sobre estos acontecimientos, Tonatiuh Guillén López, excomisionado del Instituto Nacional de Migración, habló en entrevista sobre lo que consideró una crisis humanitaria donde la población de Haití está en el foco, pero que engloba a toda América Latina.
Destaca que los problemas sanitarios, económicos y otras crisis que trajo consigo la pandemia del Covid-19 a dañado severamente a Latinoamérica, lo que explica que en los últimos meses se vean los volúmenes más altos de movilidad de personas en búsqueda de alternativas de vida y de protección internacional.
Dentro de ese gran mapa de crisis, el escenario más grave es el de los haitianos, pero no es el único, es un pedazo no principal del flujo total”, detalla el funcionario, quien dice que no hay que olvidar a los migrantes mexicanos y a los centroamericanos que buscan el “sueño americano”
Destaca que en julio arribaron a la frontera de Estados Unidos 212 mil personas, la mayoría retornados a México, y advierte que “seguramente volverán a intentarlo y forman parte de estos flujos que estamos viendo ahora, y principalmente son mexicanos y centroamericanos”. Aunque en agosto bajó a 208 mil la detención de migrantes en Estados Unidos, asegura que continúa un flujo muy grande.
Tonatiuh Guillén dice que es difícil hacer una estimación de la cantidad de migrantes por nacionalidad porque “es un movimiento irregular y estamos hablando de más de 400 mil personas que transitaron por México en dos meses y que fueron regresados, pero nos damos una idea por los registros de la autoridad norteamericana”.
Calcula que se trata de cerca de 14 mil personas originarias de Haití las que han visto frustrado su sueño de pasar a Estados Unidos y la describe como la situación más crítica de la actualidad, pues recalca que han sido víctimas de represión en ambas fronteras de México.
La crisis actual de los migrantes haitianos tiene dos momentos, primero en Tapachula tuvimos estos intentos de minicaravanas que fueron desintegrados agresivamente por elementos de la Guardia Nacional y el Instituto Mexicano de Migración, y ahora con esta súbita aparición en Ciudad Acuña y en el Río Texas, se vuelve la crisis humanitaria más compleja y difícil, pero reitero, es la expresión más aguda de un conjunto de crisis que también nos afectan a nosotros, los mexicanos que también estamos en movimiento hacia Estados Unidos", reflexiona Guillén.
El excomisionado advierte que, aunque el gobierno de Estados Unidos ha recurrido a la deportación express mandando vuelos a Haití y a otros países con los migrantes detenidos, el problema es de gran escala y no ve una solución inmediata para él.
Si el rechazo de Estados Unidos a los migrantes crece y los siguen enviando a México, vamos a tener una población con más problemas en Ciudad Acuña y probablemente México se vuelva más agresivo con ellos”, adelanta el exfuncionario.
Recuerda que en los últimos días Estados Unidos envió un mensaje a los migrantes donde les pedía no arriesgarse a cruzar la frontera y les advertía que serían deportados si eran detenidos. Aunque lo considera explícito y claro, dice que los riesgos de cruzar hacía el norte del continente muchas veces son nada comparados a los que viven en sus países de origen.
Ese puede ser el menor problema para estas personas que vienen huyendo de la violencia que se vive en Centroamérica, en Zacatecas o Michoacán y que genera verdaderos desplazamientos, incluso en condiciones muy difíciles como las que vimos, se vuelve una necesidad y ese es el cuadro que estamos viendo. Son situaciones provocadas por factores que superan a las personas”, lamenta el exfuncionario.
Guillén López concluye que detrás de la crisis humanitaria existe una inmensa vulnerabilidad de las personas migrantes por el crimen organizado, quienes llegan a ser secuestrados y explotados sexualmente o laboralmente. Recalca que estos crímenes suelen quedar impunes ante la ley.
La trata de personas es un delito que desafortunadamente no le hemos puesto el foco debido. Requeriría un enfoque internacional porque son organizaciones que tienen redes por todo el mundo, sabemos que hay vínculos con grupos de Asía y África. Lo resalto porque es un problema tan grande y tan fuerte, pero tan descuidado que forma parte de lo que estamos viendo”, sentencia Tonatihu Guillén, pues considera que hay traficantes detrás del desplazamiento de miles de migrantes.
Fuente: Staff