Guaymas, Sonora.- El pasado 25 de septiembre, en reunión de los cuatro órdenes de gobierno que rigen a la etnia yaqui se acordó la destitución del entonces gobernador, pueblo mayor, capitán primero, comandante y secretario del Pueblo de Vícam avalados por las leyes de la Nación Yaqui. Pero la “falta de reconocimiento” (según denuncian), por parte del gobierno estatal y federal, de los sustitutos designados por la comunidad, está causando “corrupción”, “divisionismo” y “odio” entre los indígenas.
Aunque fue advertido por la tropa Yoreme ha sido ignorado y todo el conflicto estalló el pasado 6 de noviembre con un ataque a las nuevas autoridades. En entrevista para TRIBUNA, desde el lugar del enfrentamiento, Leobarda Espinoza Álvarez, cantora de la iglesia Yaqui, explicó que tras la agresión registrada en la enramada tradicional del Pueblo de Vícam como autoridad eclesiástica piden que se haga justicia y que los gobiernos respeten y reconozcan a las nuevas autoridades, ya que el no hacerlo ha derivado en confrontaciones entre los propios hermanos yoremes.
- Lucha fraterna
Pedimos justicia para los agredidos y el gobierno se lava las manos sobre este asunto, lo maneja como un problema interno, pero no lo es. Porque son ellos quienes están administrando a esa gente que nos viene a golpear, no está respetando nuestras leyes. Si se respetan se puede enderezar la situación, porque sería en beneficio de todos, no les tenemos rencor, nos da lástima el hecho”, declaró Teresa García Molina, cantora de la iglesia de Vícam.
Cabe recordar que Hugo Aguilar, coordinador de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en su momento declaró que pese a haber recibido los primeros días de octubre el oficio del anuncio del cambio de autoridades, al existir conflictos entre las partes el organismo se mantendría al margen. Asimismo posterior al ataque, tras calificar como “zafarrancho” el hecho, aseguró que este se debió a un desacuerdo entre miembros de la tribu.
Por lo anterior, Isidoro Valencia, vocero de la tropa Yoremia y agredido en el hecho, compartió su experiencia vivida, denunciando que el ataque fue directo y no un altercado.
La mañana de ese domingo la tropa solicitó el vehículo al excomandante, pero tras argumentar que este iría a Guasimitas por unas cantoras se le dejó el carro, y como a la media hora, regresó con dos trocas llenas de gente, por lo creímos que venían los matachines, pero se bajaron gente con garrotes y sin darnos tiempo, se nos echaron encima sin explicarnos que querían”.
El vocero añadió que ante la situación intentó huir, pero al percatarse de que el ahora comandante estaba recibiendo una fuerte “golpiza” regresó a intentar auxiliarlo. “En eso me comenzaron a golpear hasta que perdí la conciencia, al despertar me informaron que hubo 5 de mis compañeros lesionados, algunos muy graves, estábamos ensangrentados y muy golpeados”.
Fuente: Tribuna