Ciudad Obregón, Sonora.- 'Viento y Vida’. Así se define la poeta, rapera, cantante, activista y traductora Zara Monrroy quien en el marco del Día Internacional de la Mujer comparte sus reflexiones sobre la violencia de género, un tema prioritario en la letra de sus canciones. “Me puedo morir un día en físico pero mi voz se va a quedar en el viento y para mí esa es la vida”.
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En entrevista con TRIBUNA, Monrroy habla de su influencia entre las mujeres, el camino que ha trazado para llevar su mensaje dentro y fuera de la Nación Comcáac y la violencia que ha sufrido como una persona que carga con varios estigmas.
Cuando Zara Monrroy tuvo su primera menstruación a los 11 años sus tías y madrinas le prepararon su fiesta de pubertad. Una tradición en la que se da a conocer a la comunidad que ahora es una señorita. Para Zara significó alejarse de sus amigos hombres con los que solía jugar béisbol porque “tenía que darse a respetar”; pero también fue justo en ese momento cuando se dio cuenta que era diferente y que le gustaban “las morritas”. ¿Cómo es ser mujer indígena y cómo es ser una mujer que pertenece a la comunidad LGBT? ¿A qué te enfrentas, discriminación, culpa, odio; cómo luchas con ello?.
“Ha sido extremadamente difícil, a esa edad me enteré que físicamente yo era una niña pero con una mentalidad un poco de hombre y eso trajo dificultades. Me costó estudiar la primaria, me costó amistades y actualmente soy una persona solitaria dentro de la comunidad. Yo escuchaba a las mamás de otras niñas que decían que yo era una persona enferma que podía contagiar a otros y les prohibía jugar conmigo. En esas fechas mi mamá se enfermó y yo no estaba muy cercana a ella y mi papá la cuidaba pero fue una situación difícil y pues a estas alturas todo eso generó muchos traumas. De todas esas situaciones trato de compartir mi experiencia en el arte, en la música, la danza, la poesía, escribo libros y estoy en eso.
Justamente estaba platicando de eso con otras personas dentro de las 812 personas de la comunidad, soy la única así y que lo ha hecho público, quizás hay más pero yo hablo por mi persona. (...) Cuando llevo a mi pareja a la comunidad sé que es difícil que las personas me vean, no es exhibirme, para mí es normal porque a mí me hace feliz presumir mi pueblo, me emociona. Parece que suena muy ligero, tú puedes escucharlo como algo así normal pero aún lo estoy sanando y lo voy compartiendo en el arte. Para mí ha sido realmente difícil, sé que otras comunidades que tienen personas diferentes pasan por algo parecido y no minimizo ninguna problemática porque yo la viví y la sigo viviendo”.
Poesía en lengua seri con ritmos de rap, balada y reggae así suena la música donde Zara abandera la lucha de los pueblos originarios, especialmente de su comunidad la Nación Comcáac. La joven artista ha innovado en los géneros musicales para alzar la voz y preservar las tradiciones de su territorio. Pero Zara no lucha solamente por eso en sus letras está muy presente la equidad de género, el papel de la mujer en la naturaleza y la comunidad LGBT. Hoy esa lucha que Monrroy comenzó ya es un camino para las generaciones futuras. Tu arte, tu música, tu poesía, todo lo que haces ¿Cómo ha sido recibido por tu comunidad, por las mujeres de tu comunidad? Y ¿en qué te ha ayudado a sanar a ti?
"Aunque las mujeres de mi pueblo y de mi edad son más alejadas a mi persona sí siguen mi proyecto, siempre me preguntan que cómo estoy, que si qué ando haciendo, qué sí qué sigue y eso me parece muy interesante y me emociona. Las mujeres me dicen que es una novedad en una comunidad tan chica porque realmente no hay nadie que le interese nuestra cultura y en lo que estoy haciendo también trato de preservar nuestra lengua materna para que no perdamos esa identidad.
Para mí es como llegar a mi meta a mi sueño ya cumplido porque hay niñas y niños que están haciendo música que tocan instrumentos, tengo sobrinas que están cantando en rap o balada y hacen su propia letra y es sumamente increíble. Se siente bonito porque no estoy dejando algo malo sino bueno y bonito para las juventudes porque a las mentalidades adultas cansa en cambiarlas, ellos no entienden el por qué manifestarse por el agua, la seguridad, la lucha por la tierra, las mejoras del pueblo.
Pero hay mujeres que me motivan y que me dicen ‘deberías estar en una novela o haciendo películas’ siento que se identifican porque es algo que a ellas les gustaría hacer a pesar de que no me aceptan al 100 por ciento mi proyecto porque soy yo la que lo está haciendo, ellas como que quieren hacer lo mismo pero ya están establecidas con marido y casa, aun así ellas trabajan en la pesca eso ya ha ido cambiando para nuestra comunidad, ellas ya están participando. Y es eso lo que estoy tratando de visibilizar el tema de género, de la violencia que pasa, el medioambiente y nosotros como comunidad la identidad".
Ser mujer indígena, hablar una lengua originaria y ser lesbiana han sido motivos por los cuales Zara ha sufrido diversas formas de violencia en su vida, además de todo lo anterior cuando niña fue víctima de abuso sexual, pero eso no la han detenido. Ella quiere ser para las mujeres de su comunidad un camino, ser parte de esas políticas públicas para cambiar el entorno y romper los miedos que hacer nuevas cosas trae consigo. ¿Cómo luchas con la violencia, cómo le haces para romper esos estigmas y decir sí soy mujer y soy vulnerable pero estoy aquí soy visible y voy a pelear contra eso? ¿Y qué mensaje le mandas a las mujeres no solo de tu comunidad sino a las de las otras comunidades y en general que están pasando por lo mismo?.
Actualmente me han llegado las personas adecuadas a decirme que realmente ya soy parte de ese pueblo en la política, ese es mi plan, mover esos entendimientos que tienen las mujeres que quieren llegar a hacer un cambio en la comunidad. Estamos por empezar unos proyectos productivos de ecoturismo, hemos buscado y gestionado, las beneficiarias directas van a ser las mujeres ellas se van a sentir empleadas autosuficientes y poderosas de tener su propio dinero, y tendrán un seguro por si acaso pasa algo. Para mí, eso es lo bonito dentro de la comunidad y estoy encabezando los proyectos".
Pese a ello la ‘artivista’, como la llaman algunos de sus amigos, sabe que no es fácil más cuando una mujer siente haber perdido el camino y con ello su identidad. Monrroy reconoce que su vida ha estado llena de caos y traumas, pero el ser una mujer de la Nación Comcáac el mar y el desierto le han dado la fortaleza. “Para esas personas que sientan que su voz no se escucha mi recomendación es no tener miedo porque realmente sí yo puedo hacer ese camino más ligero y mi vida ha sido un caos en cuestiones de que me han afectado, yo siento que podemos hacer un cambio siempre y cuando tengamos fuerza propia, reflexionar y siempre pedir de corazón que tus pasos sean con congruencia.
Para aquellas personas decirles que luchen por lo que quieren que el tiempo es corto y en esta vida no hay seguridad tenemos que ver bien las estrellas de noche, el cielo azul de día, que parece un espejo cuando estamos alrededor del mar…todas esas pequeñas cosas son las más grandes que nos pueden dar un mensaje. Porque es mi esencia vivir cerca del mar y del desierto nos fortalece como mujeres y aparte en nuestra cultura la mamá es la que en gran parte transmite la lengua. Se tiene que competir con uno mismo, esa es la lucha y mi lucha es por las mujeres".
¿Cómo decide Zara y por qué decide que quiere empezar a hablar de estos temas, empezar a cantar a hacer poemas a informar?
“Me motivó empezar todas estas acciones junto con mi papá que en paz descanse. Yo vi muchas cosas interesantes de la vida a través de sus ojos y sus palabras cuando pescábamos. Yo soñaba con esto que estoy haciendo. Mi sueño no es llenarme de fama o dinero, claro que es importante obtenerlo mediante un trabajo que te gusta.
Yo sufrí una violación a los 8 años y eso me afecto mucho en mi cuerpo y mentalidad, fue una acción de un tío. Es algo increíblemente drástico y es feo pero lo viví, no tengo como retroceder y cambiar todo esto, sin embargo yo lo digo porque no nos debemos de callar, yo fui la persona más inocente del mundo. En eso mi padre me ayudó mucho en el tema del arte, me orientó en la música, él me dio muchas palabras para salir adelante. Para mí él fue una persona maravillosa, cantábamos en la iglesia, nuestro sueño era juntar las voces y cantar juntos, pero ahora hago lo que aprendí de él y también lo comparto.
Eso me motiva y todos los días agradezco al universo por la vida, por mi madre que está con nosotros, por seguir compartiendo la música, por mi canto, por mi voz, por que mi mensaje llegue a más personas”.
Fuente: Staff