Ciudad Obregón, Sonora.- Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), se estima que en Sonora cinco de cada 100 niñas, niños y adolescentes, se ven en la necesidad de trabajar, principalmente por la falta de recursos en sus hogares. Aunque los números se consideran bajos a comparación de otros Estados, las autoridades han sido rebasadas por este problema, que en muchas ocasionas pasa desapercibido.
Con más de 47 mil 583 menores de edad en ocupaciones no permitidas, Sonora se sitúa en el puesto número 14 a nivel nacional, donde el 66 por ciento de ellos, son adolescentes, mientras que siete de cada 10 menores que se ven obligados a trabajar, son varones.
TRABAJO INFANTIL
La ENTI mostró que la principal actividad donde menores de edad se ven en la necesidad de trabajar, es de apoyo en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca, con un 31.6 por ciento de los casos, situación que va en aumento.
Aunque los municipios de riesgo alto en cuanto a trabajo infantil, se localizan principalmente en las zonas centro y norte del Estado, la Región del Mayo no es ajena a esta problemática; ya que a finales del mes de abril, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) rescató a 21 niños miembros de la etnia guarijía, quienes se encontraban en condiciones de deshidratación y desnutrición, en los campos agrícolas rumbo al municipio de Etchojoa.
Se mencionó que algunos menores, ayudaban a sus padres en los trabajos de recolección de papa, pese a las altas temperaturas y a las precarias condiciones de vivienda, además de no recibir un salario bien remunerado.
Además de los trabajos en los campos agrícolas, resulta común ver a niños trabajando en la cabecera municipal, desde la limpieza de parabrisas, así como la venta informal de dulces o alimentos en las principales avenidas de la ciudad.
No es bien visto, pero a veces la necesidad los a que trabajen, pero les están quitando parte de su infancia y adolescencia, además de su derecho al estudio; Muchos de ellos andan en la calle corriendo peligro, además de explotarlos por muy poca remuneración”, precisó Olga Cecilia Torres Ramírez, presidenta de la Asociación Por una Familia Feliz.
Puntualizó que la única manera de erradicar este problema, sería la generación de empleos en la región, para que los menores de edad, no se vean en la necesidad de buscar el alimento para su familia y se les garantice un buen desarrollo económico y social a mediano plazo.
Fuente: Tribuna