Ciudad Obregón, Sonora.- Con la llegada de la nueva 'normalidad', los casos de depresión en Sonora están yendo al alza. Para los especialistas, esto es producto de que se retomaran las citas médicas habituales y no tan limitadas a cuando se estaba en el punto más álgido de la pandemia del coronavirus. Hasta la semana 22 del año en curso, se han registrado mil 026 casos de trastorno depresivo, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional; es decir, por semana al menos 46 pacientes han sido diagnosticados, y aunque la cifra pudiese parecer cero alarmante los especialistas de la salud, consideran que existe una gran cifra negra por diversas razones.
Cabe recordar que de 2018 a 2020, el número de suicidios en Sonora ha presentado un incremento al pasar de 267 casos registrados hace cuatro años a 304 casos hace dos años, según datos del Censo 2020 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto habla del gran reto de recuperar el equilibrio emocional en la llamada nueva 'normalidad'. Por otra parte, los especialistas han detectado que la pandemia del coronavirus fracturó, especialmente, la salud mental de grupos jóvenes como adolescentes y niños.
Alza de casos
Octavio Gutiérrez, psicólogo clínico, señaló que sin duda en los últimos meses el diagnóstico de estos casos ha sido constante e incluso se puede decir que se ha disparado: "El que ahora las consultas, tanto en el sector público como el privado, sean presenciales y que como sociedad estemos retomando poco a poco la normalidad, sí nos muestra que hay un gran foco rojo en la salud mental".
En la pandemia la saturación de hospitales no permitió que el sistema de salud diera una atención oportuna, especialmente el sector público se vio muy afectado”. El especialista advirtió que incluso previo a la crisis sanitaria los casos no atendidos de depresión ya mostraban una tendencia preocupante. "Hay un estudio realizado por la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) llamado 'Depresión en México en tiempos de pandemia' que cifra que sólo el primer mes de la pandemia que es abril de 2020, la prevalencia de la depresión aumentó respecto al 2018", comentó Gutiérrez.
El psicólogo consideró, en entrevista con TRIBUNA, que tomando en cuenta la información que arrojan los estudios del sector salud y universidad, es necesario bajar esa cifra negra de casos que no llegan a ser diagnosticados: "El mismo estudio de la UNAM nos muestra que 38.51 por ciento de la clase socioeconómica más baja del país tiene síntomas de depresión contra un 9.16 por ciento de la clase más alta".
Eso nos debe de preocupar muchísimo porque son los pacientes de la clase más baja quienes no tienen ni para pagar medicamentos o una consulta de una hora. Ahora si se atienden en el sistema público es peor porque estamos viviendo un desabasto generalizado". Gutiérrez lamentó que las actuales políticas del gobierno no están enfocadas a atender esta problemática.
Niños lo resintieron más
En entrevista con TRIBUNA, Edelmira López Choix, psicóloga clínica y maestra en la Universidad La Salle Noroeste, expuso que uno de los grupos más afectados fueron los menores de edad. "Lamentablemente me ha tocado trabajar con jovencitos menores de 12 años y hasta sus 20 años a raíz de la pandemia".
López Choix destacó que la ansiedad, la depresión y las autolesiones y los pensamientos suicidas aumentaron en este grupo de edad sobre todo porque son poblaciones vulnerables, "el desarrollo emocional de ellos va a penas en avance y entonces esto representó un estado de shock, les afectó y de pronto los papás se vieron envueltos en una situación de que sus hijos no dormían o se la llevaban dormidos o se la llevaban comiendo o no comían".
La especialista dijo que está claro que este tipo de casos también se ve en la población adulta pero que sin duda los menores lo resintieron más. Resaltó que el retorno a clases presenciales es una decisión muy acertada, "es lo mejor que pudimos haber hecho (regresar a clases presenciales) volver digamos no a una normalidad pero sí a una estructura que antes teníamos, por ejemplo el levantarnos e ir a la escuela, ver a nuestros amigos".
"Se notó inmediatamente, todos mis pacientes adolescentes de 12 a 13 años que tenían estos trastornos de autolesión/depresión ya empezaron a cambiar, porque cambiaron un poco la mentalidad de estar encerrados, de tristeza del pensamiento negativo, de estar pensando cómo quitarse la vida. Sí hay una diferencia". Por último, López Choix pidió no dejar de lado los 'focos rojos' que hijos o personas cercanas al entorno propio pudieran desarrollar: "Los factores de riesgo de la depresión hay que tomarlos en cuenta, no dejar pasar, no decir ‘ay es que este chamaquito bipolar’, se usa de manera inadecuada la palabra bipolar".
"En depresión la primera instancia es el médico psiquiatra. No con hurras y porras vamos a hacer que salga de su estado, primero es con el psiquiatra y luego vemos la atención psicológica con orientación", indicó Edelmira López Choix. Según el reporte Health at a Glance 2021 de la OCDE, México es uno de los países más afectados; en 2020, casi 28 por ciento de adultos encuestados presentaron señales de depresión, cifra nueve veces mayor que la de 2019. El 15.4 por ciento de la población adulta en México tiene síntomas de depresión, según la encuesta Enbiare del Inegi. Además, el 19.3 por ciento tiene síntomas de ansiedad severa y el 31.3 por ciento tiene síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.