Cajeme, Sonora.- A casi un año del cambio de poderes en Cajeme, Guaymas y Navojoa, la promesa de cero impunidad que tanto pregona la Cuarta Transformación (Gobierno de la 4T) parece haberse esfumado. Sergio Pablo Mariscal, Sara Valle y Rosario Quintero han sido absueltos de toda culpa y lo saben, pues con total desvergüenza aparecen en actos públicos y hasta saludan de mano al gobernador.
Para los sonorenses queda claro que esperar a que haya consecuencias por sus actos y que se haga justicia ya no es ni siquiera una opción, las investigaciones en su contra han sido cerradas o ni siquiera se iniciaron y de las comparecencias a las que fueron citados, al inicio de las administraciones, nunca hubo más avances.
Mariscal, Valle y Quintero son el ejemplo de que incluso en tiempos de la 4T nada cambia. El caso más reciente que exhibe que todo sigue igual es en Navojoa, donde la reciente resolución de la Fiscalía Anticorrupción de Sonora (FAS) sobre el caso ‘Vale Gate’ apunta a que no hay culpables pese al daño hecho al patrimonio público.
En la 'congeladora'
Algo parecido sucede con la investigación contra la exalcaldesa, Rosario Quintero, pues ya casi cumple un año la presente administración y aún no se sabe nada. Regidores, sociedad civil y empresarios temen que el caso termine en un ‘carpetazo’ o que se determine que no hay culpables como ya ha pasado.
Con un costo aproximado de 500 mil pesos, se realizó una auditoría a las finanzas municipales correspondientes a la administración 2018-2021, las cuales se encuentran bajo la sospecha de registrar presuntos actos de corrupción, mismos que fueron expuestos durante el proceso de Entrega- Recepción por el actual Cabildo, sin embargo, los resultados de dicha auditoría, hasta el momento no han sido revelados, a pesar de haberse concluido desde hace tres meses.
Hemos visto que hasta la fecha, no hay una sola información de lo que sucedió durante los últimos tres años, sabiendo que el Ayuntamiento y sus funcionarios se han quejado sobre la manera en la cual recibieron la Administración y de todas las carencias que hay”, señaló el regidor Carlos Quiroz Romo.
Pero a Rosario Quintero, acusada por propios y extraños de diversas irregularidades, desvío de recursos y de mal uso de sus funciones, parece que la investigación en su contra ‘le hizo lo que el viento a Juárez’. Incluso en mayo pasado acudió a un evento público para saludar efusivamente al gobernador, Alfonso Durazo, este hecho fue considerado una muestra contundente de cómo el actual gobierno olvidó su promesa de justicia, cayera quien cayera.
Goza absoluta impunidad
Cuando a los cajemenses se les pregunta por Sergio Pablo Mariscal lo definen como un ejemplo perfecto de que los políticos “pueden hacer lo que quieran y nunca les van a hacer nada”. Contra Mariscal ni siquiera se comenzó una investigación formal, el escrutinio a su administración se limitó a una comparecencia ante regidores, ello pese a que días antes de ser elegido como alcalde, Lamarque Cano endureció su discurso contra la corrupción y la impunidad.
Mariscal se dio el gusto de faltar a las citas con los regidores y cuando asistió aprovechó para burlarse y rectificar que todas las decisiones tomadas en su gobierno fueron correctas. Pese a las decenas de acusaciones en su contra y de casos escandalosos como North Collect, las tablets compradas a sobreprecio, los 5 millones de pesos pagados por un estudio sobre el aeropuerto, la crisis de inseguridad, la deuda millonaria y demás, se optó por no iniciar investigaciones formales y guardar silencio.
“En la administración de Mariscal hubo muy malos manejos al grado que dejó de sesionar bajo el pretexto de la pandemia. Hubo una demanda de juicio político en contra del exalcalde, al igual que pasó en Guaymas y en Navojoa con las exalcaldesas. Llegan administraciones nuevas y vemos lamentablemente que a pesar de que dicen que harán algo para investigar a estos funcionarios solamente hacen todo a modo; en Cajeme prácticamente ya no hay regidores de oposición”, señaló el exregidor del PAN, Rafael Delgadillo.
Y al igual que Rosario Quintero a Mariscal se le da por asistir a eventos donde el actual alcalde y gobernador asisten, posa para las fotos y hasta presume en sus redes sociales los nuevos proyectos en los que trabaja, lo que ciudadanos consideran una verdadera burla.
Absuelta de culpas
Se estima que el desfalco a las finanzas del Ayuntamiento de Guaymas por la gestión de Sara Valle Dessens es de 445 millones de pesos, según lo declarado en diferentes ocasiones por el tesorero municipal. Pero parece no ser de gravedad porque desde el año pasado no existe ningún avance o investigación que lleve a explicar todas las presuntas irregularidades cometidas.
Fue en noviembre de 2021 cuando se tuvo la ligera esperanza de que se iniciaría una investigación formal contra la exalcaldesa, sobre todo por el caso de la polémica Playa Incluyente que costó más de 8 millones de pesos. En comisiones se citó a Valle para aclarar varias observaciones encontradas en el proceso Entrega- Recepción, pero ella se dio el lujo de dejar a los ediles esperando.
Cuando Valle Dessens se presentó ante contraloría salió de su reunión con aires de victoria, incluso declaró: “yo estoy abierta y soy la primera en querer responder cualquier duda que haya y las dudas que tengan las vamos a contestar con mucho gusto, irregularidades no van a encontrar porque no hubo tal cosa”.
“¿Le creen a la Sara?” fue lo que dijo la actual presidenta municipal, Karla Córdova, al inicio de su administración cuando señaló fuertemente que la administración pasada cayó en irregularidades, pero que ellos abrirían las carpetas “vamos a abrir, a encontrar las irregularidades y no solaparemos a nadie”, sin embargo muy poco o nada quedó de aquel discurso.
Aunque en teoría se integró un expediente con todas las irregularidades encontradas, y fue enviado al Congreso del Estado, y ante el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) hay observaciones realizadas, meses después todo sigue igual, parece que la exalcaldesa ya fue absuelta de culpas.
Fuente: Tribuna