Navojoa, Sonora.- Navojoa necesitaba un cambio luego del funesto gobierno de María del Rosario Quintero, que dejó a la ciudad endeudada, sin recursos y en condiciones deplorables en su infraestructura y servicios públicos.
Lo que no sabían los navojoenses es que la nueva apuesta saldría mal; la elección de Mario 'Mayito' Martínez como alcalde ha dejado una realidad triste para un municipio que necesitaba tener un gobierno eficiente, que no repitiera viejos vicios y que lo llevara el siguiente nivel.
En lugar de ello, encontró en Martínez un alcalde ausente, que formó un equipo débil y de poco nivel y que, aunado a que no ha logrado concretar ni obra pública o una inversión relevante, ha hecho del erario público el hábitat de amigos y familiares.
Sin presencia
Desde el primer día de gobierno, Martínez ha sido un alcalde ausente. Si bien su precario estado de salud le impidió acudir regularmente al ayuntamiento y a eventos oficiales, una vez que mejoró la situación no cambió.
Fuentes cercanas dijeron a este medio que el munícipe ha sumado hasta cuatro semanas sin pararse en la oficina: “sólo atiende ciertas cosas por teléfono mediante sus asistentes, pero el resto de decisiones importantes las delega a sus segundos, que muchas veces ni lo enteran de lo que pasa en la ciudad”, expone un miembro cercano del equipo del alcalde.
Lo que se señala es uno de los elementos que más le han sido criticados a Martínez, pues no sólo se trata de que no acuda a su oficina, sino también que no está enterado de las problemáticas y necesidades de Navojoa, pues sus directores no le brindan la información que el alcalde debiera tener.
“Que no esté presente es muy notorio, pero es peor que ni siquiera sepa cuáles son las principales necesidades del municipio”, añade la fuente.
Martínez, que siempre ha levado por delante la bandera de su cercanía con el gobernador Alfonso Durazo, que según él le brinda cierto blindaje, ha preferido callar ante las quejas y acusaciones de quienes le exigen sea una autoridad presente.
Ni obras, ni mejoras
Navojoa hoy por hoy es un muladar: sin transporte público, con calles oscuras, sin agua en las casas y una imagen urbana gris y triste. Los ciudadanos no sólo lo, sino que se quejan de ello, pero desde el ayuntamiento sólo reciben silencio.
Dice mucho del trabajo del alcalde Martínez que su última aparición pública fue para inaugurar un supermercado, que presumió como si se tratase de una obra pública, tal vez por la ausencia de las mismas durante su administración.
Y es que, a semanas de cumplir ya un año en la alcaldía, el vacío de poder que Martínez se ha encargado de crear, abruma.
Las inversiones no llegan, por tanto, el trabajo escasea, no se abren nuevos comercios ni existen las condiciones para generar riqueza en un municipio al que le es indispensable el desarrollo económico.
“No hay interés por parte del ayuntamiento, o del alcalde, en tener un plan de desarrollo económico”, explica un decepcionado empresario de la localidad.
Familia consentida
Martínez prometió acabar con los vicios de la anterior administración, a la cual le gustaba tener a familiares y amigos en la nómina municipal. El hoy alcalde hablaba de privilegios que se acabarían… pero no cumplió.
Mariana Araiza Miranda podría pasar por ser una navajoense más sino fuera porque se trata de la ahijada de Mario Martínez, quien tuvo a bien colocarla en la nómina del Oomapasn.
Araiza Miranda trabaja en el cargo de auxiliar comercial, un puesto de poca monta, pero donde gana como si fuese jefe de área: 21,380 pesos, muy lejos de los nueve mil que reciben otros burócratas en un cargo similar.
Fuentes dentro del organismo revelaron que Araiza Miranda no acude a las oficinas del organismo, pero, en cambio, se le ve siempre en el equipo de logística y representación de su padrino, algo que este diario no pudo corroborar.
Lo que sí llama la atención es que la pareja sentimental de Araiza Miranda también fue colocado en la nómina: Jesús Rodolfo Bajo Leyva es también auxiliar, en este caso administrativo, pero en la secretaría de Obras Públicas, donde tiene sueldo de 11,300 pesos mensuales.
Boleto a la impunidad
Al tiempo, Martínez tampoco cumplió con aquella promesa de que no habría impunidad con los malos manejos de su antecesora; a Quintero, “Mayito” optó por no tocarla, faltándole a la ciudadanía.
Como ejemplo está el elevador dentro del edificio del ayuntamiento que Quintero instaló sin justificación y que hoy no funciona y se encuentra olvidado, como epítome de la relación de ambos gobiernos.
Fuente: Tribuna