Cajeme, Sonora.- Las administraciones municipales se enfrentan a un nuevo reto: adecuarse a la nueva norma anti arsénico, misma que establece que los organismos operadores de agua deben entregar 10 microgramos (µg) de arsénico por litro para consumo humano. No es un tema nada sencillo, la presencia de arsénico en el agua en algunos municipios del sur y norte de Sonora ha sido una realidad por muchos años, y lamentablemente el problema ha quedado fuera de los reflectores. Muy poco o nada se ha hecho.
Con el cambio de Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA, los municipios tienen la obligación de buscar soluciones pues diversas investigaciones apuntan que actualmente ya se puede hablar de los riesgos para la salud de aquellos que están expuestos al arsénico a través del agua potable; en algunos casos hay riesgo de padecer cáncer por la exposición al metaloide.
Arsénico en mi agua
La investigación ‘Health Risk Assessment and Urinary Excretion of Children Exposed to Arsenic through Drinking Water and Soils in Sonora, Mexico’ (Evaluación de riesgos para la salud y excreción urinaria de niños expuestos a arsénico a través de agua potable y suelos en Sonora, México) realizada por los investigadores Leticia García-Rico; Diana Meza-Figueroa; A. Jay Gandolfi; Carlos Ibañez del Rivero; Marco A. Martínez-Cinco y Maria M. Meza-Montenegro, ayuda a comprender porqué es sumamente importante que los municipios tomen medidas para ajustarse a la normatividad.
Los científicos descubrieron que los niveles de arsénico total en el agua potable de los pozos o agua del grifo de los hogares de las principales ciudades del sur de Sonora oscilaron entre 2.7 y 98.7 µµg/L. Hasta mayo pasado (cuando fue actualizada) la norma permitía 25 microgramos de arsénico por litro, bajo ese criterio, el 12.3 por ciento de las muestras realizadas por los científicos excedieron el valor estándar.
Además, el 56 por ciento de las localidades muestreadas tenían niveles de arsénico superiores a 10 µµg/L, el límite que establece la actualización de la norma. Pótam, Vícam y Buaysiacobe, reportaron los niveles de arsénico más altos con 98.7, 37.7 y 74.5 µg As/L, respectivamente. Cabe señalar que, las fuentes de agua de Pótam y Vícam están relacionadas con el Río Yaqui, que representa la principal fuente de agua en el estado; Buaysiacobe está relacionado con el Río Mayo, que pertenece a otra cuenca hidrológica.
Por otra parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) detectó entre 2019 y 2018 que varios pozos en Sonora excedieron los niveles de riesgo de arsénico de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Cajeme fueron 4 pozos entre esos años, en Hermosillo fueron 25 y en Guaymas se registraron 8.
En entrevista con TRIBUNA, la doctora e investigadora del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), María Mercedes Meza-Montenegro, explicó que generalmente la presencia de arsénico es una cuestión geológica, “lo tenemos por fuentes naturales y antropogénicas, las fuentes naturales básicamente son de origen geológico y en el caso de que si en esos suelos se hacen pozos de agua estos van a ir lixiviando al metal a través de todas las capas de suelo y se ha acumular”, explicó.
Meza-Montenegro, quien se ha encargado de investigar la presencia de arsénico en Sonora y Arizona durante su carrera, señaló que incluso hay investigaciones que apuntan que la norma sólo tendría que permitir 3 microgramos de arsénico por litro, “pero eso implica mucho dinero. En Estados Unidos sí se cumple la norma, aquí desgraciadamente no, ¿por qué no se ha bajado (a 3 microgramos)? por los costos”, admitió.
Las investigaciones realizadas por la doctora y su equipo de trabajo dan cuenta de que la exposición al arsénico ambiental está asociada con un mayor riesgo de enfermedades crónicas no cancerosas y una variedad de cánceres en humanos. Por ejemplo, se ha analizado la orina en niños expuestos al arsénico de Pótam y Vícam, resultó que los menores con la mayor exposición tenían un aumento significativo del daño en el ADN, quiere decir que se encuentran en una posición significativa de riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y cánceres asociados con exposición crónica a este metaloide.
Meza-Montenegro si bien celebra que la norma haya cambiado, se dijo preocupada por las acciones que deberán tomar los municipios, más en comunidades (como las indígenas) donde además de estar expuestos al arsénico en agua también lo están al arsénico en forma de polvos.
La norma y el reto
El pasado 2 de mayo se realizaron las modificaciones, en las que se establece que las concentraciones de arsénico deben ser menores de 10 microgramos por litro y no a 25 como se encuentra en la actualidad, como ya se había mencionado. La norma deberá entrar en vigor a los 360 días naturales contados a partir del día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Los municipios con más de 500 mil habitantes tendrán un año posterior a la entrada en vigor para cumplirla, por ejemplo Hermosillo. Los municipios con 50 mil y 499 mil 999 habitantes tendrán tres años posteriores a la entrada en vigor, como ejemplo Cajeme, Guaymas y Navojoa. Y los municipios con menos de 50 mil habitantes tienen seis años para cumplir.
¿Entonces qué harán los municipios? TRIBUNA cuestionó a las autoridades de Cajeme, Guaymas, y Navojoa para conocer cómo se preparan para el cambio de norma, a continuación sus respuestas.
Cajeme, realizan estudios
En Cajeme, el tema ya ha sido puesto sobre la mesa por los regidores quienes aseguran que uno de los pozos de Tobarito presenta niveles elevados de arsénico, por ello el Organismo Operador Municipal del Agua Potable y Alcantarillado de Cajeme (Oomapasc) señaló que ha iniciado con los análisis respectivos.
Jesús Antonio Ponce Zavala, director técnico del Oomapasc, declaró para TRIBUNA, que actualmente se cumple con la normatividad pero se están haciendo los estudios correspondientes para que una vez que se tengan los resultados analizar qué se requerirá.
Actualmente estamos cumpliendo con ella, hay que recordar que cuando hacíamos extracciones de agua, cambian los estratos, por los propios flujos del agua, y no hemos rebasado el límite, por eso mismo estamos preparando un nuevo pozo y poder así darle mantenimiento al otro, el cual tiene desde el 2005 que comenzó a trabajar, por lo cual se tiene que dar un mantenimiento”.
Detalló que para dar el mantenimiento, se requieren meses de trabajo, por lo cual en caso de parar el agua se cortaría el suministro de agua a una parte de la ciudad, y se tendrían que disminuir los volúmenes de líquido necesario.
Ya sabemos que la norma viene más difícil, más fuerte, pero esta paramunicipal tiene personal capacitado, laboratorios certificados, así como el apoyo de otros laboratorios externos que nos ayudan a revisar junto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y salubridad”, comentó.
Guaymas, busca escalonamiento de norma
En el Puerto, José Luis Jardines Moreno, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua en Sonora (CEA) comentó que con las nuevas aplicaciones a las normas “ninguna planta, ninguna del país, va poder cumplir, porque son demasiados los parámetros que están exigiendo”, por ello buscan un escalonamiento de la norma.
Estamos tratando todos los entes del agua en el país de lograr que sea un escalonamiento, para la aplicación de la norma, y ahorita, así como las normas de los metaloides, la que más nos preocupa, es la de las descargas de aguas residuales, porque existen muchas plantas que son lagunas de oxidación que difícilmente van a pasar la norma, incluso en las plantas mecánicas, se necesita un módulo adicional para cumplir con esa norma”, agregó.
Por su parte, Felipe Romero Caravantes, jefe de departamento de Calidad y Saneamiento en la CEA Guaymas, dijo conocer de los nuevos cambios en la normativa, señalando que derivado que en Guaymas, la población se abastece de dos fuentes de captación, Río Yaqui y Boca Abierta, estas se mezclan en el rebombeo C1, por lo que las concentraciones de fluoruros, arsénico y plomo se diluyen, por lo que no se presenta dicha situación.
Tras cuestionársele, cuántos pozos actualmente superan la norma y cuántos pozos hay en total funcionando, apuntó que los análisis fisicoquímicos se realizan de acuerdo a la NOM-179-SSA1-2020, es decir en la mezcla de aguas de ambas captaciones, en el rebombeo C1 y los rebombeos principales San José y Batuecas. En la captación Boca Abierta hay 6 pozos en operación y en el Río Yaqui 9.
Navojoa, sin plan
TRIBUNA solicitó una entrevista con el Director General de Oomapasn, Jorge Llamas Angulo, a través de la Dirección de Comunicación Social, sin embargo, la cita fue cancelada en dos ocasiones y sin fecha para realizarla. Debido a ello, resulta imposible conocer si Oomapasn está enterado de las nuevas normas, el límite de tiempo que tiene para adecuarse y si considera que podrán realizarlo sin heredar alguna deuda a la próxima administración.
Si bien, las modificaciones no deben ser inmediatas si existe una carrera contra reloj, pues realmente jamás se le ha dado la importancia que merece el cumplir con la normatividad. El reto es mayúsculo porque no sólo se debe analizar nuevamente la presencia de arsénico y tomar decisiones que serán clave para el futuro, sino que eliminar el metaloide del agua implica un gran costo y para los organismos operadores del agua, cuyas finanzas están en crisis, no será sencillo.
Fuente: Tribuna