Ciudad Obregón, Sonora.- El pasado día 23, el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó la creación de LitioMx, una empresa del estado que regulará la explotación del litio en el país, cumpliendo una promesa presumida largamente por todo el gabinete, como muestra, a su entender, de un gobierno nacionalista.
Para hacer esas baterías (eléctricas) la materia prima es el litio y resulta que, en donde hay más litio en México es en Sonora. Por eso nos adelantamos y nacionalizamos el litio, porque si no iba a despertar muchas ambiciones", dijo el mandatario en su última visita a la entidad.
La decisión, queda claro, impacta directamente a Sonora, cuyo gobierno celebró con fervor la creación de la empresa estatizada; el gobernador Alfonso Durazo prometió que para noviembre LitioMx ya estará operando: "esto marcará un antes y un después para Sonora", dijo.
Ante esto, las dudas comenzaron a surgir entre los especialistas, empresas e inversionistas del medio minero, ya que se juzga al gobierno federal sin la capacidad técnica, ni el conocimiento suficiente para echar a andar un mecanismo tan complejo de un metal del que se sabe poco o nada en el país. Ergo, se prevé que LitioMx fracase como ya le ocurrió a la 4T con Birmex (distribución de medicamentos), Segalmez (alimentos) o el Gas Bienestar (gas).
Además, coinciden los analistas, no hay certeza de que los yacimientos ofrezcan los niveles de material que la autoridad contempla, pues gran parte del terreno no ha sido explorada y mucho de lo que hoy tiene certeza de contener litio, se encuentra en arcillas, lo que supone un proceso industrial de extracción complejo, caro y que demanda una tecnología ultra avanzada, con la que el gobierno no cuenta.
Contrapuntos
El senador Alejandro Armenta, de Morena, aseguró el martes pasado que las reservas del litio en México son tales que con su explotación se podría pagar la deuda externa del país hasta 4.5 veces, mientras que desde el gobierno federal se repite el mensaje de que el futuro le pertenece a este metal.
Pero esto no convence a la mayoría de las partes. Fernando Alanís, expresidente de la Cámara Minera expuso que el tema del litio debería ser abordado desde una óptica "más técnica y menos política", en relación directa al sesgo nacionalista que se le da desde Palacio Nacional.
Para el investigador del Colegio de la Frontera Norte, Rigoberto García Ochoa, la situación es clara: "la realidad es que en México no contamos con los datos suficientes como para hacer una prospectiva de negocio mínimamente seria. Es un problema de comunicación que ha derivado en una serie de expectativas que son falaces", asegura.
En resumen, no hay evidencia científica ni técnica que sostenga que el país, y mucho menos Sonora, en realidad obtendrán los recursos estimados por parte de la federación, pues ni el Servicio Geológico Mexicano (SGM), Economía ha podido confirmar las alegres cifras.
A principios del año, Flor de María Harp, directora del SGM, advirtió que sólo la exploración adecuada de los yacimientos tardará años y que de ninguna manera esto puede garantizar que sean viables económicamente, al tiempo de solicitar más tiempo para las indagatorias científicas. Desde entonces no ha dado declaraciones. "A ciencia cierta no sabemos cuánto litio tenemos que sea realmente rentable", dice Luca Ferrari, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Posibles alianzas
Si bien el gobierno federal, en voz del presidente, aseguró que únicamente la empresa paraestatal podría explotar y comercializar el litio, hay dos asuntos que, todo indica, no lo permitirán.
Por un lado, está la incapacidad técnica de la federación para explotar el yacimiento y por el otro la necesidad de invertir grandes cantidades de dinero con las que no cuenta.
Para Armando Alatorre, presidente del Colegio de Ingenieros en Minas, la inversión mínima inicial será de no menos de 100 millones de dólares, tan sólo para comenzar las exploraciones, lo que supondría al menos cinco años de trabajos; en abril de este año, el SGM informó que se erogarían 55 millones de pesos para dichas labores, tan sólo el 2.5 por ciento de lo requerido. "Estamos repartiendo los becerros antes de tener la vaca", dijo a Reforma Jaime Gutiérrez, presidente de la Cámara Minera.
Tal vez por ello es que, subrepticiamente, los gobiernos federal y estatal han comenzado los acercamientos con Ganfeng, la empresa china que tiene concesionados amplios territorios en Bacadéhuachi, algo que parecía imposible al inicio, cuando el discurso era romper lanzas con los inversionistas extranjeros.
El gobernador Durazo reconoció que se reunió con los representantes de la firma para plantear una posible asociación con LitioMx para avanzar con los proyectos, "siempre y cuando" haya un compromiso para que la industrialización del metaloide se realice en Sonora.
El propio decreto presidencial detalla que la paraestatal tendrá la capacidad de asociarse "con otras instituciones públicas y privadas", por lo que "difícilmente veremos que la empresa del estado realmente sea capaz, por sí sola, de obtener el litio", expone Ferri.
Cúmulo de fracasos
- Birmex: Fue creada para sustituir a las distribuidoras de medicamentos privadas alegando corrupción. En su reporte de resultados 2021 la empresa reconoció que no logró los objetivos para evitar desabastos.
- Segalmex: En medio del escándalo por su incapacidad de aclarar el desvío de 9 mil 500 millones de pesos, el Sistema no ha alcanzado su objetivo de garantizar el abasto de alimentos básicos en zonas rurales.
- Banco del Bienestar: La red de sucursales prometidas no existe, sus finanzas le obligaron a ya no otorgar créditos y limitarse a distribuir recursos de los programas asistenciales.
- Gas Bienestar: Después de un año de trabajo sólo ofrece servicios en parte de la CDMX y se eliminaron los planes para llevarlo al resto del país.