Guaymas, Sonora.- Un video que se viralizó en redes sociales sobre el albergue Amor, Agua y Más de Guaymas (ubicado en la calle 10 entre las avenidas 3 y 4), destapó una cloaca: la situación que viven miles de menores sonorenses huérfanos, abandonados o resguardados en instituciones privadas que no son vigiladas por las autoridades.
Tuvieron que salir a la luz a través de las plataformas digitales los maltratos y malas prácticas a las que niños y niñas son sometidos en dicho centro para que el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Subprocuraduría del Menor pusieran sus ojos sobre el albergue, al que suelen entregarle niños para su cuidado.
Menores durmiendo sobre pisos sucios y en rincones oscuros, con trapos como almohadas y sin aire acondicionado, fue lo que grabó un policía que acudió en auxilio al lugar por un intento de fuga por parte de una menor el fin de semana pasado. De acuerdo a los directivos del establecimiento esto ocurrió porque fueron "castigadas" por una de las personas responsables de cuidarlas por, presuntamente, iniciar una pelea.
Nos tiene bien consternado el video, no podemos negar lo que ya se vio, siendo evidente. Es algo que a las personas que estaban en el turno, se les salió de las manos, fue una situación de crisis, fue un instante, entendemos y sabemos que no debió pasar eso", dijo Hoyenka Camargo García, abogada de Amor, Agua y Más.
Sobre el hecho, Camargo García explicó que "en la habitación de las niñas existen seis, en veces tenemos que cuidar de unas o las otras, no son niñas fáciles o regulares (las) que habitan en nuestras casas. Se presentó la situación que se subieron a un closet, y se podía presentar la situación que se fracturaran, entonces entre ellas se empiezan a reclamar las unas a las otras, y (entonces) las cuidadoras optaron a sacar a tres niñas a los pasillos como medida de división. Las niñas que presentaron este problema son de 10 a 12 años".
Camargo añadió que, si bien el albergue se responsabiliza de menores en situación vulnerable, en la mayoría de los casos por petición de las autoridades municipales y estatales, estas no aportan recursos monetarios y se limitan a ofrecer capacitaciones y orientaciones, pese a que los niños son su responsabilidad legal.
Por su parte, la directora del DIF municipal Maloren Balderrama Ibarra, aseguró que "se tomarán las medidas correctivas necesarias hacia la casa hogar", al tiempo de garantizar que recién harán un padrón de las personas que están en contacto con los menores para asegurar que cumplan con el perfil requerido, tanto profesional como psicológicamente.
Balderrama Ibarra apuntó que no había tenido quejas previas sobre las prácticas de la casa hogar. Mientras la indignación crecía, la alcaldesa Karla Córdova optó por ignorar el tema y prefirió compartir en redes sociales las actividades cotidianas, algo similar al DIF Sonora, cuyos representantes sí llegaron al lugar de los hechos para analizar los casos, pero que oficialmente prefirió hacer mutis.
- Vecinos dudan
Teresita Rodríguez, vecina del recinto, dijo que "es una vil mentira (los argumentos de la abogada y las autoridades) eso pasa todos los días, pregunten a los vecinos que están alrededor. No hay excusas no tenían por qué acostar a las niñas en el piso y eso es todos los días".
Brisa Pulido, otra residente de la zona, comentó que "si subieron ese video es porque algo no está bien, ojalá sigan investigando porque insisto si subieron a las redes es porque algo está mal, si ya no quieren a los niños pongan más facilidad para la adopción. Si las niñas son agresivas entonces cuál trabajo hacen, no quieren hacerse cargo pues dejen el puesto".
Osmara Sánchez, extrabajadora de Desarrollo Social del municipio y excolaborada del albergue, comentó que acudió en varias ocasiones a dicho sitio junto a su familia "pero dejamos de ir porque vivos muchas cosas malas, a los niños le daban solo arroz y a la hija de la directora se metían a la oficina con algunas de las adolescentes a comer comida comprada de la calle y otras cosas2.
- Bomba de tiempo
El caso de Guaymas no es el único en el estado, que enfrenta un problema sumamente grave en cuanto a la existencia de menores en situación vulnerable. De acuerdo a informes de organismos federales y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Sonora es el estado con más niños en albergues, refugios o casas hogar con 7 mil 307, más del doble que la Ciudad de México (3 mil 549), que está en segundo lugar.
Estos, acorde al reporte 2020 de la CNDH, se reparten en 49 sitios de acogida de los cuales sólo tres pertenecen al gobierno estatal, mientras el resto está en manos de particulares. Los más de siete mil menores que viven esta situación son el triste resultado de la violencia (asesinato de los padres), drogas (padres adictos), violencia intrafamiliar y la migración, males endémicos de un estado cuya herida social no cierra.
Después del caso de Guaymas se espera que las autoridades municipales y estatales actúen y garanticen el desarrollo, la seguridad y los derechos de los niños usuarios de los albergues.
Fuente: Tribuna