Ciudad Obregón, Sonora.- Ayer se cumplió una semana de la desaparición del médico Carlos Ignacio Ríos, la cual ha conmocionado no sólo al gremio de profesionales de la salud, sino a todo a la ciudad, al tratarse de un profesionista probo, víctima de la inseguridad e impunidad, lozas pesadas para Sonora y Cajeme.
A las manifestaciones locales se han unido grupos de médicos de varias ciudades en el país, quienes ven alertados lo que ocurrió con Carlos Ignacio, cuyo auto fue localizado el martes 17 sin mayores pistas sobre su paradero.
Jacqueline Ríos, su hermana, muestra su preocupación de que, a siete días de los hechos, la autoridad sencillamente no ha aportado datos nuevos al caso.
Lo preocupante es que no nos han dicho nada, pese a que la familia nos hemos comportado como ellos pidieron, cooperando al máximo y con respeto”, explica.
Para la también doctora, la Fiscalía General de Justicia del Estado “no ha ejecutado contundentes” para localizar a Carlos Ignacio, al grado de que se desconoce sobre los videos que las cámaras de seguridad por toda la ciudad, tendrían que haber grabado, más considerando que el galeno salió del Hospital San José y su automóvil fue encontrado en Las Misiones, un recorrido de más de diez kilómetros.
No tenemos nada de las cámaras de la autoridad, sólo las del San José”, argumenta Jacqueline, quien desconoce por qué la Fiscalía no ha presentado los videos, aún cuando la misma Claudia Indira Contreras se comunicó con el padre de ambos médicos para asegurarle que todos los recursos y esfuerzos de la dependencia están en el asunto.
No entendemos qué está pasando, necesitamos respuestas y sólo tenemos silencio. A siete días queremos algo, acciones contundentes, algo diferente; si no pueden, entonces queremos que haya atención federal”, añade.
En su afán de búsqueda, la familia de Carlos Ignacio ha sido víctima de múltiples intentos de extorsión, de inescrupulosos que intentan aprovecharse del dolor y la angustia.
Hemos sido víctimas de extorsión, hemos llegado a exponernos ante esa gente, le hacemos frente y sí, te asustan porque te mandan videos, te mandan fotos… hemos tratado de no perder la cabeza”, relata Jacqueline con pesar, pero también con valentía.
La hermana de Carlos Ignacio es clara: “vamos a llegar hasta donde tengamos qué hacerlo, buscaremos que se involucre más gente, que volteen a ver este caso y que vean que no es posible que la seguridad de todos esté de esta forma, que sea tan frágil”.
De acuerdo con la doctora Ríos, el gremio de doctores en Cajeme teme por su seguridad después del caso de Carlos Ignacio, lo que compromete la atención en las diferentes clínicas y hospitales públicos, a los que la autoridad no ha podido garantizarles paz.
Fuente: Tribuna