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Migración, inseguridad y tráfico, los retos para las autoridades de Sonora en este 2024

El año que culmina desveló varias realidades en Sonora, las cuales asoman como grandes desafíos para las autoridades: el flujo migratorio, la presencia violenta de los criminales y el tráfico de drogas, personas y especies animales

Los retos para las autoridades de Sonora en este 2024Créditos: Internet
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Cajeme, Sonora.- Que el año próximo será crucial es a nivel país, pero para Sonora guarda varias particularidades, ya que el tema político y electoral podría ser lo menos relevante, considerando que tendrá que afrontar retos sociales y económicos de gran envergadura.

Si las decisiones son las correctas, el estado podrá verse ampliamente beneficiado, pero en buena medida ello depende de que los fuegos encendidos sean sofocados de la manera correcta, sin cortapisas. La viabilidad de la entidad está ligada a que se concreten planes y proyectos, pero también con el disminuir la violencia y fortalecer el estado de derecho, además de atender asuntos sociales cada día más complejos.

Conoce los retos para Sonora en el 2024. Foto: Internet

La migración

El crimen organizado ha hecho de Sonora no sólo una de sus principales vías para el tráfico de personas, sino también uno de los sitios en donde con mayor soltura ejecuta su logística que lleva a decenas de miles de viajeros de todo el mundo hacia la frontera con Arizona. Basta recordar que en el año se realizaron varios rescates múltiples de extranjeros secuestrados por los cárteles en Sonoyta, Altar o Pitiquito, como también que con el paso de los meses fue cada vez más común ver grupos de africanos, antillanos, sudamericanos por las calles de las principales ciudades.

La situación es tal que las autoridades de los tres niveles fueron rebasadas, al punto de que con absoluta impunidad las células criminales aben huecos en el muro fronterizo o manejan rutas sofisticadas por el desierto. Ante ello y el incremento inaudito de migrantes que pisan suelo estadounidense provenientes de Sonora, la Casa Blanca decidió cerrar el paso entre Lukeville y Sonoyta, lo que ha causado estragos importantes para la economía de Puerto Peñasco, y ha significado la muestra de la incapacidad de las autoridades migratorias mexicanas de encausar mejor a los miles que buscan una mejor vida en territorio yanqui.

El asunto es terrible ya, pero apunta a ponerse peor. Ayer, las autoridades federales dieron aviso de que una nueva caravana migrante se dirige a la entidad, llegando la próxima semana. Durante este año, conforme a los datos oficiales, el paso de migrantes por el estado aumentó 30 por ciento, lo que se agrava considerando que ya 2022 fue histórico al ser el año en que más indocumentados llegaron a Sonora, al menos de manera oficial (23 mil). Hasta octubre, las autoridades cifraban en cinco mil los migrantes rescatados en diferentes acciones.

La violencia

2023 ha sido duro para Sonora en cuestión de inseguridad. Sus ciudadanos han sido testigos de innumerables atrocidades y hechos de alto impacto. Lo mismo se han asesinado a policías que a civiles inocentes, atacado convoyes de soldados o controlado carreteras, poblaciones mediante el uso de la fuerza, teóricamente algo cuyo monopolio lo tiene el Estado.

Esto sin olvidar los videos virales de células completas de criminales paseándose por varios municipios, el férreo control de los criminales en pequeñas poblaciones como Oquitoa o incluso cuerpos calcinados en plazas como el de Benjamín Hill. Los carteles no han dado tregua en su lucha intestina. Fue común ver escenas dantescas y ultraviolentas como las balaceras a plena luz del día en Cajeme, Guaymas, Nogales, Peñasco o Caborca, incluso otras en Hermosillo, como secuestros o asesinatos en vías principales.

Conforme datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Sonora es el séptimo estado con más homicidios dolosos hasta el tercer trimestre de este año con 885, una cifra que las autoridades consideran bajas al compararlas con los registros de los años previos. Para el ciudadano esto es discutible, más cuando tienes a Cajeme como un municipio donde nuevamente se superaron los 500 casos, o donde hay casos como el de Atil, cuyas autoridades municipales reconocieron que el crimen domina su territorio.

Problema del tráfico

El tráfico en Sonora es múltiple y es, sin duda, uno de los grandes temas por resolver. Aquí se trafica con personas, drogas, armas y hasta especies animales. Este medio de comunicación ha dado cuenta de los modelos de negocio del crimen organizado: a la ya descrita movilización y secuestro de migrantes hay que sumarle el trasiego de drogas, cada vez más común y mayúsculo por fronteras porosas como las de Nogales, Agua Prieta o San Luis Río Colorado.

El encuentro de enormes laboratorios clandestinos confirma que en la entidad se producen importantes cantidades de fentanilo y metanfetamina; lamentablemente esto también ha propiciado un incremento en el consumo interno. Y, por si fuera poco, la explotación ilegal de especies como la totoaba o la medusa bola de cañón meten más presión.

Fuente: Tribuna