Cajeme, Sonora.- Al llegar al poder municipal de Cajeme, Javier Lamarque prometió austeridad, iniciando con las nóminas, una decisión en tenor lo que los gobiernos federal y estatal han pregonado. Pero al revisar las cuentas públicas, queda constancia de que todo fue palabrería: el primer ejemplo contundente es lo que ocurre en el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomapasc), donde sus directivos siguen hinchándose los bolsillos con ingresos al nivel de funcionarios federales.
El organismo gastó 234.246 millones de pesos en 2022 para cubrir su nómina, de los cuales 15.07 se pagaron a una cúpula de trece directivos que se llevaron un promedio individual de 1.15 millones antes de impuestos.
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El nuevo orden
El 27 de enero de 2022, Tribuna publicó una extensa nota que detallaba cómo el Oomapasc gastó en tres años el equivalente a un millón de dólares para pagar los sueldos de cinco de sus directivos. Se trataba de Guillermo Patiño Fierro, Fructuoso Méndez Valenzuela, Roberto Gamboa García, Carlos Enrique Moras y Miguel Ángel Caro Rincón, un grupo del que sólo sobrevive en la nómina Méndez Valenzuela.
El caso es que si lo descrito ya ponía los focos sobre la tesorería del organismo, lo actual no está lejos. Luis Miguel Castro Acosta, el actual director general, tiene a su propio quinteto: Fructuoso Méndez (director administrativo), a Jesús Antonio Ponce (director técnico), Juan Diego Hernández (director jurídico), Roberto Valenzuela (director del organismo de control) y Luis Manuel Raya Hernández (director de programas sociales) representan la nueva elite del Oomapasc.
En 2022, estos funcionarios le costaron a las arcas municipales la friolera de 9 millones 419 mil pesos, un promedio mensual de 784 mil pesos; considerando que a la actual administración aún le restan contabilizar 18 meses más de pagos, al menos gastará 14.1 millones de pesos más en sueldos para estos burócratas, que para el cierre de la gestión de Javier Lamarque (septiembre de 2024), habrán cobrado al menos, 23.5 millones de pesos, que al tipo de cambio de ayer, equivaldrían a 1.28 millones de dólares.
Cuestionado en 2021 por los altos sueldos en el organismo, Castro Acosta se escudó en un supuesto desconocimiento de la situación; actualmente, cabría verificar si mantiene esa ignorancia sobre la nómina, ya que él fue el más beneficiado con un ingreso bruto de 1.67 millones de pesos. Tribuna contactó con los responsables del área de comunicación del organismo para solicitar una entrevista, y aunque la petición fue recibida, no se tuvo confirmación.
Cuñado cómodo
En el nuevo orden no se enlista a Guillermo Patiño, cuñado del alcalde Lamarque, quien en noviembre del año pasado dejó su cargo como director administrativo; pese a renunciar, no le fue nada mal pues el organismo le pagó 1.398 millones. A Patiño lo sustituyó Edgar Daniel Jiménez, que tras dos meses de trabajo en 2022 le permitieron embolsarse 261 mil pesos.
Otros privilegiados
A la lista ya expuesta, debe sumársele el caso de subdirectores de área que también gozan de sueldos que están fuera del mercado local, todo a costillas de un organismo público en quiebra. Son los casos de Mirna Edith García Ibarra (subdirectora de proyectos e información) y Eduardo Rochin Villegas (subdirector de operaciones y mantenimiento), quienes se embolsaron 948,655 y 1 millón 16 mil pesos respectivamente en 2022.
Al tiempo, hay un listado de gerentes a quienes la dirección de Castro les ha tratado sumamente bien: Javier Enrique López (gerente de plantas potabilizadoras), Agustina León Velázquez (gerente de contabilidad) y Lenia Ireri Luzanilla (gerente de calidad). López cobró 1 millón, León 927 mil y Luzani 845 mil).
Fuente: Tribuna