Etchojoa, Sonora.- A principios de 1954, el relato de un gesto heroico ocurrido en el humilde municipio de Etchojoa, recorrió los periódicos del Estado de Sonora, donde se narró cómo una maestra de Educación Primaria arriesgó su vida por la de sus alumnas.
Fue un domingo 14 de marzo de 1954, cuando la maestra Rafaela Rodríguez Sanders y sus alumnas acudieron a dar un paseo por el Río Mayo, sin imaginar que esa excursión, terminaría con la vida de una de ellas.
Ante las altas temperaturas que se registraron aquel fin de semana, un grupo de alumnas decidieron meterse a nadar, sin embargo, la corriente de agua, así como el suelo arenoso comenzó a hundirlas.
Sin pensarlo dos veces, la profesora se lanzó al Río para salvar la vida de sus alumnas, logró rescatar a dos pequeñas, sin embargo, hacía falta salvar a una más, y pese a sus esfuerzos, la maestra no logró salir con vida, quedando en las profundidades del Río junto a una de sus alumnas.
Un torrente de sangre dio fuerza a su corazón e iluminó su cerebro, donde el valor y abnegación de una madre, así como la entrega de una maestra, se juntó en una sola persona, salvando a las niñas Julieta Ramírez Ibarra, Gloria Armenta Arce, María Espinoza Álvarez y Rosalba García Mendoza; pero muriendo ahogada en el Río Mayo a lado de su alumna, Margarita Armenta Ruiz”, afirmó Ramón Guadalupe Palacios Carrasco, regidor del Ayuntamiento de Etchojoa.
La maestra ‘Falita’ como era llamada por la comunidad de aquellos años, fue originaria de Acaponeta, Nayarit, y llegó en el año de 1952 a trabajar en la Primaria ‘Ignacio Zaragoza’. Para inmortalizar su acto heroico, una escuela indígena lleva el nombre de la profesora ‘Rafaela Rodríguez’ en Etchojoa, así como una Primaria en el municipio de Navojoa y una calle principal en la Ciudad de Hermosillo, Sonora.
Esta semana se cumplieron 69 años de aquel gesto heroico, el cual, representa los valores y sacrificios que un maestro puede llegar a realizar por sus alumnos.
Fuente: Tribuna