Hermosillo, Sonora.- El fin de semana pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue el testigo de honor en la firma del acuerdo para establecer una alianza estratégica entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la empresa México Pacific Limited (MPL), de la cual derivará la construcción de un gasoducto y una planta de licuefacción en Puerto Libertad, tal como TRIBUNA lo informó oportunamente.
El proyecto, de acuerdo con la información revelada por el Gobierno federal, tendrá una inversión de 13 mil millones de dólares, que provocarán la creación de 13 mil empleos directos y 20 mil indirectos.
Las proyecciones del negocio alcanzan los 25 mil millones de dólares para la CFE en los próximos 20 años, pues la planta tendrá la capacidad de acumular y distribuir más de 2 mil millones de pies cúbicos de gas natural.
Estos volúmenes, de acuerdo con los detalles dados por MPL, significa que uno de cada cinco barcos importados por China o Japón saldrán de sus instalaciones.
- Tercerización
Desde hace al menos 3 años, los medios especializados han revelado cómo Estados Unidos ha buscado la forma de que Europa no depende del gas producido en Rusia, esto con la idea de debilitar al gobierno de Vladimir Putin, que a su vez encontró un nuevo comprador en el contexto de la guerra con Ucrania.
China optó por convertirse, poco a poco, en el principal comprador de gas natural en el mundo, al grado de lograr que sus proveedores adquirieran el combustible en yuanes y ya no en dólares, un significativo golpe a Estados Unidos, que se enfila a ser el productor más grande del orbe.
En esta guerra del gas, el resto de países juega un papel secundario, pero no por eso poco relevante; podemos ver cómo hay naciones que fungen como herramientas para que los gobiernos y las empresas cumplan sus objetivos fundamentales", explica el especialista Gonzalo Monroy.
Ese es el caso de México, pues no es un país productor de gas, de hecho, se trata de uno de los principales compradores del hidrocarburo estadounidense; tan sólo en 2022 compró por 11 mil 642 millones de dólares. Por tanto, la planta que se instalará en Puerto Libertad será un "puente".
- Revendedor
México Pacific Limited se asoció en la neerlandesa Shell desde el año pasado con miras a concretar su proyecto en Sonora, indispensable para cumplir un acuerdo previo con Guangzhou Development Group, una de las principales firmas chinas importadoras de gas.
El objetivo era y permanece claro: la instalación de la planta en territorio mexicano, mediante la cual el gobierno mexicano comprará gas a Estados Unidos mediante CFE, el cual, junto a MPL y Shell, después venderá a sus socios asiáticos.
La planta se abastecerá desde los yacimientos de Texas, específicamente en Permian, que se encuentra mil 600 kilómetros de distancia de Puerto Libertad. Huelga decir que el gasoducto cruzará en su mayoría por México y no por Estados Unidos, que no desea más instalaciones del tipo en su subsuelo.
De acuerdo con los análisis entregados por Shell y por MPL a sus socios, la clave del proyecto se basa en el tiempo; con la instalación de la planta los tiempos de traslado del hidrocarburo hacia China se reducirán drásticamente, hasta en doce días, que se traducen en ahorros significativos.
México y Shell ya tienen experiencia en negocios juntos, pues fue a esta firma europea a la que el gobierno compró la refinería de Deer Park por 596 millones de dólares.
- Herencia
El modelo de negocio que México plantea es particular: ser sede de empresas que revendan el gas producido en Estados Unidos; la más importante de estas inversiones bajo el amparo estatal estará en Sonora.
Pero esto viene de atrás: durante su gobierno, Enrique Peña Nieto promovió que empresas privadas crearan gasoductos que abastecieran a plantas productoras de energía eléctrica en la frontera, con la idea de que se convirtieran en proveedores de CFE.
Al no concretarse por completo sus proyectos, el tema quedó en manos de López Obrador, que optó por rechazar tal modelo de negocio, sobre todo después de aprobarse su reforma energética que limita al extremo la participación de privados en la generación eléctrica.
Como solución a su política restrictiva, el mandatario ofreció a los inversionistas la posibilidad de instalar plantas de distribución de gas natural por toda la costa del Pacífico, iniciando en Puerto Libertad.
Fuente: Tribuna y