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Cajeme, donde fracasó la militarización de AMLO; presencia de fuerzas federales no ha traído paz

Los datos y los hechos revelan que la presencia de las fuerzas federales no ha traído la paz al municipio, detonando que la ciudadanía vea con recelo su trabajo; aunque la confianza permanece, los magros resultados permiten un duro juicio

Obregón, donde fracasó la militarización de AMLOCréditos: Facebook
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Ciudad Obregón, Sonora.- Desde hace años en que la violencia irrumpió la vida cotidiana de los obregonenses, la respuesta del gobierno federal ha sido la misma: mensajes de consideración y envío intermitente de elementos, ya sean del Ejército, de la Marina o de la Guardia Nacional

A la ciudad han sido enviados, en los últimos cinco años, al menos doce grupos para reforzar los operativos de vigilancia, prevención y control; huelga decir que ninguno de estos ha logrado realmente pacificar. Hay quienes les acusan incluso de alterar aún más el clima de inseguridad. 

La ciudadanía ha normalizado ver a soldados circulando libremente en las calles, con armas de alto poder en sus manos, conduciendo patrullas de la policía municipal y encabezando operativos diversos. Actualmente, las patrullas con elementos castrenses recorren las colonias como si se tratase de una actividad normal para ellos, cuando la realidad es todo lo contrario. 

El despliegue de personal militar responde a la necesidad de combatir a un enemigo de carácter no militar o para realizar las tareas que le competen a la policía. Si bien esta intrusión de los cuerpos castrenses no es nueva, la administración actual parece haber omitido revisar las evidencias históricas que desalientan el despliegue de este tipo de estrategias puesto que las sigue utilizando”, explica la especialista en seguridad Brenda González. 

De acuerdo con la organización México Unido contra la Delincuencia (MUCD), desde que el gobierno mexicano optó por desplegar militares en los municipios, el homicidio prácticamente se quintuplicó, pues de ocho mil casos anuales promedio para 2006, en 2022 se superaron las cuarenta mil.

El continuo despliegue de elementos requiere de un delicado equilibrio. Al ser una estrategia de tipo reactivo, avanzar demasiado rápido tiende a provocar una mayor inestabilidad”, añade González.

  • Crisis local 

A Obregón han llegado soldados, fuerte armamento, equipos tácticos e incluso vehículos blindados todoterreno para combatir al crimen organizado que envenena con droga y mancha de sangre los barrios. Pero poco o nada ha cambiado.

Los asesinatos siguen a la orden del día, lo mismo que la venta indiscriminada de droga, algo que hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció al considerar a Cajeme como uno de los municipios donde más se consumen estupefacientes en el país, al grado de que intentará disminuirlo a través de la ampliación de sus programas sociales. 

Este año suman ya más de 300 homicidios dolosos en el municipio, que no deja de agregar víctimas a una lista mortal interminable. 

  • Confianza sin resultados 

El gobierno federal ha justificado su estrategia de militarización mediante la idea de que las fuerzas federales están tanto entre las mejor evaluadas como entre las que mayor confianza generan entre la población, aspectos de los que los cuerpos de seguridad municipales y estatales se encuentran muy lejos. 

"La imagen tiene qué ver con la distancia, es decir, se confía históricamente porque había una imagen de lejanía, se veía a estos cuerpos como inalcanzables, pero ya en el día a día y con la intervención cotidiana, todo se modifica; es lo que estamos viendo, explica el investigador Andrés Sumano. 

Lo cierto es que en Ciudad Obregón la ciudadanía ha dejado en claro que, si bien mantiene la confianza en las instituciones federales, reconoce que su trabajo en la urbe ha sido mediocre para alcanzar los objetivos indispensables: pacificar un sitio convulso. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), mientras el país en general considera que la Marina ha sido efectiva en sus labores de seguridad en un 84.8%, en Obregón la calificación porcentual baja hasta el 71.6%, que es la sexta peor nota entre las 75 ciudades donde se aplicó la encuesta, muy lejos de los 96.6% con que la consideran en Los Mochis. 

Pero mucho peor le va al Ejército. El cuerpo castrense obtiene en Obregón su segunda peor calificación en cuanto a su efectividad: 59.8%, veinticinco puntos por debajo de Piedras Negras, la que mejor califica. 

La vergonzosa nota del Ejército es un mal que se repite con la Guardia Nacional, pues los obregonenses consideran que su efectividad alcanza apenas un 56.7%, también la segunda peor y a 35 puntos del mismo Piedras Negras. 

Tal percepción ha dañado a su vez la confianza, como era de esperarse. Mientras la Marina logró una inspiración de confianza de 75.6%, la milicia obtuvo 75.6% y la Guardia Nacional 62.9%; en los tres casos, Ciudad Obregón se ubica entre las diez que peor les califican. 

Por donde se vea, en resultados tangibles y percepción, la militarización ha fracasado. 

Consideración de efectividad de las 
fuerzas federales en Ciudad Obregón
Ejército 69.8%
Marina 71.6%
Guardia Nacional 56.7%

Consideración de efectividad de las
fuerzas federales en el país (promedio)
Ejército 82.1%
Marina 84.8%
Guardia Nacional 73.0%

Fuente: Tribuna