Hermosillo, Sonora.- Pese a que en su momento prometió no hacerlo, aún con la ‘nacionalización’ del litio, el gobierno federal canceló las concesiones de Ganfeng Lithium para explotar el metal en Bacadéhuachi, Sonora, lo que encendió las alarmas no sólo de la firma, sin también de China, su país de origen.
Por ahora se sabe poco y todo ha sido a través de la empresa, pues las autoridades federales han rechazado dar su versión. Lo que sí se conoce es que el caso terminará en los tribunales locales, ya que las instancias internacionales no pueden intervenir ante la falta de un tratado de libre comercio entre las naciones.
Ganfeng informó a sus socios que la Dirección General de Minas (DGM) le dio a conocer la cancelación, con lo que el Proyecto Litio por Sonora murió ayer. En la documentación enviada a los inversionistas, la empresa china argumentó que la acción tiene justificación en que no se cumplió el nivel mínimo de inversión.
La situación es compleja, pues Ganfeng Lithium es dueña de los terreños en donde se ubica el yacimiento, los cuales, junto a concesiones y todo lo derivado, la firma asiática compró a Bacanora Lithium.
Tratándose del yacimiento sonorense el asunto toma tintes muy relevantes, ya que éste es el más grande del mundo de litio en roca, con unas reservas calculadas de casi 250 millones de toneladas.
La decisión del gobierno no sorprendió a todos, pues se antojaba posible luego de que en abril del 2022 se aprobaran modificaciones a la Ley Minera, con las cuales quedaron prohibidas nuevas concesiones para explotar el litio, declarándosele como estratégico para el país, por lo que el Estado se concedió el derecho exclusivo para explorar, productor y comercializar.
Fue en febrero, también del año pasado, cuando se promulgó el Decreto de la Nacionalización del Litio y se anunció la creación de Litio para México (LitioMx) que dirige, sin presupuesto ni empleados, el sonorense Pablo Taddei.
Ganfeng explicó a sus accionistas que se suponía que los cambios a la Ley Minera no aplicarían a proyectos ya existentes, por lo que asegura no comprender los actos emprendidos, justificados únicamente con que no cumplió la inversión mínima entre 2017 y 2021.
La empresa asiática aseguró a este medio a través de un portavoz que siempre cumplió con los requisitos de inversión, todo apegado al marco legal nacional; incluso, apuntó, los recursos destinados al proyecto en México han excedido las obligaciones exigidas por la autoridad federal.
Ganfeng asegura que no hubo avisos previos de posibles cancelaciones y que había un entendimiento “adecuado” entre las partes, por lo que el anuncio resultó completamente inesperado.
Para Forbes, la firma asiática apuntó que las resoluciones violan el derecho mexicano y el internacional, por ser arbitrarios e infundados, por lo que ha interpuesto recursos de revisión ante la Secretaría de Economía.
Ganfeng Lithium tiene la vía ordinaria, como cualquier persona o entidad sujeta a derecho en México”, explicó Alejandro Gómez, socio de la consultoría estadounidense Foley Arena.
Al cierre de la edición, el gobierno federal no había dado postura, todo mientras que la empresa asiática insistió en que se defenderá en cuanto lugar sea necesario.
A finales de 2021, cuando comenzaba a surgir el rumor de que el gobierno federal cancelaría concesiones y buscaría la forma de monopolizar el litio, Wang Xiaoshen, director general de Gabfeng, advertía que “la nacionalización puede no ser una buena idea; hay muchos malos ejemplos de nacionalización de recursos. Un ejemplo es Bolivia. Allí hay grandes recursos de litio, pero durante muchos años no se ha construido ningún proyecto porque los bolivianos no permiten que las empresas extranjeras tengan propiedades mineras. Eso es un gran obstáculo para atraer inversiones”.
También Jorge Ruiz, un experto consultor de minería, socio de Baker Mckenzie, mostró sus dudas de que se pudieran cancelar concesiones: “cualquier intento de hacerlo enfrentaría desafíos legales”, explicó el año pasado. Claramente falló en sus cálculos.
Bradford Cooke, también consultor experto mostró su preocupación tras la noticia: “si un gobierno puede romper unilateralmente los contratos existentes, los inversores extranjeros generalmente reducirán o evitarán invertir”, dijo.
- Oscuro pasado
Debe destacarse que la situación de las concesiones sobre el litio en Sonora nunca fue la mejor. Originalmente, el gobierno de Enrique Peña Nieto concesionó el yacimiento a Bacanora Lithium, una empresa en donde su cercano y colaborador Andrés Constantin Antonius era accionista.
Poco después, el capital chino intervino y Ganfeng logró asociarse con la inglesa Bacanora, a la que posteriormente compró en su totalidad; a partir de ahí, el gobierno ha considerado que la firma sólo se ha dedicado a especular con los recursos del subsuelo sonorense.
Fuente: Tribuna